La historia de Robert Fazekas parece increíble y casi alcanzó a ser uno de los mayores engaños del deporte olímpico.
En Atenas 2004 el húngaro ganó en la prueba de lanzamiento del disco luego de marcar 70,93 metros de distancia.
Ese lanzamiento se convirtió en nuevo récord olímpico y con orgullo lució en lo más alto del podio en la premiación.
Sin embargo, todo se vendría abajo para el atleta, ya que mientras hacía el control de orina el médico se dio cuenta que tenía un extraño bulto en sus genitales.
El doctor a cargo lo obligó a desnudarse y cual fue su sorpresa cuando vio que el hombre tenía dos penes, uno de ellos artificial, en el que llevaba orina limpia para poder pasar la prueba de dopaje.
Tras descubrirse la farsa, Fazekas fue descalificado y obligado a devolver la medalla.
Ocho años después, el húngaro quería reivindicarse y era parte del equipo de su país para Londres 2012.
Pero nuevamente Fazekas no pasó los controles y dio posistivo por una sustancia anabolizante.
La contramuestra no cambió la historia del lanzador y fue excluído del equipo y podría terminar siendo suspendido de por vida.