El sábado 29 de junio, Universidad de Chile empató 0-0 ante Deportes Temuco, en el estadio Germán Becker, en el segundo partido amistoso del semestre de la escuadra de Darío Franco. Fue un encuentro discreto, que no tuvo mayor trascendencia, salvo por los acontecimientos que ocurrieron en la madrugada del domingo...
Después del partido, el plantel azul retornó al Casino Hotel Spa Eventos Dreams de Temuco, el lugar escogido por la dirigencia para concentrar en la Novena Región. Luego de subir a sus habitaciones, algunos jugadores, autorizados por Darío Franco, bajaron a la discoteca del recinto. Sin saberlo, con ese permiso entregado, el entrenador comenzaba a pavimentar su salida de la "U".
Ya en la madrugada del domingo 30, según testigos, "había varios jugadores bajo los efectos del alcohol", llamando la atención de los asistentes a la disco, que comenzaron a fotografiar a los futbolistas.
Al darse cuenta de esto, los ídolos azules les habrían arrebatado los celulares a varias de las personas que tomaban las fotos, generando el reclamo de los afectados a la administración del hotel.
La Tercera consultó a la Octava Comisaría de Temuco acerca de posibles denuncia en contra de los futbolistas. Sin embargo, la información requerida no fue proporcionada por Carabineros, sin desmentir ni confirmar los hechos.
Pasadas las 5.00 de la mañana, las cámaras de seguridad del hotel registraron a varios jugadores subiendo a sus habitaciones con mujeres, lo que está prohibido por el reglamento interno del recinto. Además, un futbolista azul fue grabado orinando un pasillo alfombrado del hotel, a la salida de un ascensor.
Todo esto fue informado detalladamente por el jefe de seguridad del Dreams de Temuco al presidente de Azul Azul, José Yuraszeck, a través de un correo electrónico en el cual le adjunta las grabaciones de las cámaras de seguridad, donde aparecen los jugadores con las mujeres y el futbolista orinando (imágenes a las que tuvo acceso también La Tercera).
En la carta, además, le expresa el malestar del hotel por el rompimiento de las normas internas, por la conducta de los jugadores en la discoteca, sobre todo por el destrozo de los celulares de algunos de los asistentes al lugar, y recalcaba el reproche por el jugador que orinaba en las dependencias.
Una fuente del hotel reconoció todos estos sucesos. Mientras que el relacionador público, Marco Antonio Serna, manifestó que "por protocolo no podemos informar de hechos que ocurren dentro del recinto, pues debemos proteger las identidades de los pasajeros. De esta forma, no podemos desmentir ni confirmar algo", sentenció.
Esta indisciplina fue lo que terminó agotando la paciencia de Yuraszeck, quien al recibir la información del hotel, más la presión de otros directores por la mala campaña, decidió cesar de sus funciones a Franco, pues se dio cuenta de que el plantel no respetaba al entrenador y que estos hechos tarde o temprano se iban a filtrar.
Sin embargo, sólo se lo comentó a su sector más cercano del directorio, por lo que en la reunión de hoy varios personeros de la mesa le pedirán explicaciones por no haber informado al resto de los directores.