La indisciplina fue el gran problema que afectó y con el que tuvo que lidiar el entrenador argentino Claudio Borghi durante todo el período en que estuvo a cargo de la selección chilena.

El mal comportamiento que tuvieron sus pupilos tanto dentro como fuera de la cancha fue un factor que siempre perjudicó el proceso de Borghi, quien tuvo que enfrentar castigo de a sus jugadores y las constantes críticas a su "política de confianza".

El estratega transandino se manifestó "dolido" por los problemas que ocasionaron algunos de sus dirigidos, y también se descargó diciendo que "con Bielsa también había casos de indisciplina". De todas formas, desde que asumió en la banca ha debido enfrentar varias faltas de confianza que se han transformado en un verdadero calvario.

Estos son los hechos de indisciplina tuvo que enfrentar Claudio Borghi:

Estrada y Orellana, los primeros "cortados"

Marco Estrada y Fabián Orellana fueron los primeros jugadores que fueron "cortados" por Claudio Borghi en su proceso. Ambos jugadores desaparecieron de las nóminas luego de la gira que realizó la Roja por Europa en septiembre de 2011.

Ambos jugadores, en un hecho que nunca ha sido comprobado, fueron distanciados de la Selección producto que en una tarde libre que tuvo el plantel y en el cual se les solicitó que llegaran antes de las tres de la madrugada, llegaron atrasados. Este hecho habría ocurrido antes de la derrota por la cuenta mínima que sufrió la escuadra nacional ante México.

Un desayuno que cayó mal

Claudio Borghi no pudo disfrutar de un buen desayuno el 7 de octubre de 2011. El entrenador tuvo que enfrentar a primera hora uno de los primeros hechos de indisciplina de parte de sus jugadores. Jorge Valdivia y Jean Beausejour fueron vistos en supuesto estado de ebriedad en el local Tavelli de Providencia, 72 horas antes del debut eliminatorio de Chile ante Argentina. La Roja cayó por 1-4 en el Monumental de Núñez.

El técnico argentino debió enfrentar las acusaciones que realizaron la prensa y diversos testigos del incidente, pero finalmente no hubo sanciones a los jugadores implicados.

"El Bautizazo"

El "Bautizazo", sin duda, fue uno de los momentos más críticos de la Roja en su historia. Todo ocurrió el 9 de noviembre de 2011, día en que los seleccionados Jorge Valdivia, Arturo Vidal, Jean Beausejour, Gonzalo Jara y Carlos Carmona acudieron al bautizo de uno de los hijos del volante de Palmeiras, y se integraron de forma tardía a la concentración (45 minutos) y, según confesó Claudio Borghi, "claramente no se veían en buenas condiciones".

El escándalo que provocó la separación de los cinco jugadores del plantel se acrecentó debido a una posterior conferencia de prensa que realizaron cuatro de los cinco implicados (con excepción de Vidal), quienes desmintieron a Claudio Borghi respecto a las palabras que emitió sobre su estado etílico y lo acusaron de "poco profesionalismo".

El "Bichi" se mostró muy dolido por el comportamiento de sus jugadores, quienes fueron sancionados con 20 partidos - posteriormente recibieron un indulto de parte de la ANFP de 10 fechas - y se enemistó con Valdivia, con quien mantiene una disputa hasta la actualidad. El resultado del encuentro posterior a este hecho de indisciplina fue un desastre, Chile cayó 0-4 ante Uruguay en Montevideo.

El tercer tiempo de la despedida de Rivarola

El entrenador Claudio Borghi decidió permitir a los jugadores de Universidad de Chile y a los amigos del delantero Diego Rivarola para que acudieran a su partido de despedida del fútbol profesional, esto ocurrió 72 horas antes del enfrentamiento de la Selección frente a Venezuela.

Entre los jugadores que recibieron ese permiso especial estaba Eduardo Vargas. El delantero de Napoli fue sorprendido junto a Gary Medel, quien se encontraba en recuperación producto de una dolencia en su espalda, "carreteando" en la discoteca Las Urracas. Ambos fueron desafectados y en su lugar Borghi nominó a los jóvenes Bryan Rabello y Nicolás Castillo. Chile superó 2-0 a los caribeños en el Estadio "General José Antonio Anzoátegui" y apaciguó el mal ambiente que se había generado.