Hace 10 años, un periodista fue enviado a entrevistar a una emergente artista: Amy Winehouse, una chica inglesa de 20 años que lanzaba su disco debut titulado Frank (2003).
El reportaje, no obstante, jamás fue publicado, hasta ahora, cuando The Independent lanzó parte de las declaraciones realizadas por la artista, fallecida el 23 de julio de 2011.
"Me gustaría ser recordada como alguien que no estaba satisfecha con un sólo nivel musical ... como alguien que fue una pionera", fueron las declaraciones de la artista cuando se le preguntó por cómo le gustaría ser recordada después de su muerte.
"Tengo todo este tiempo para que eso suceda, eso es lo más emocionante . Tengo años para hacer música", agregó. Palabras que más que nunca hacen sentido al conmemorarse tres años de su muerte. Antes de su partida, la artista convivió por años con su adicción a las drogas y el alcohol, las que dificultaron su desempeño artístico. Y uno de los principales nombres que apareció como parte de esa vida de excesos fue el de Blake Fielder-Civil, con quien estuvo casada hasta 2009.
A pesar de sus últimas intenciones por rehabilitarse, su repentina muerte fue la "consecuencia no intencionada" de una gran ingesta de alcohol durante su vida, mientras el examen toxicológico no reveló sustancias ilegales consumidas por la artista al momento de su muerte.
MATERNIDAD
Pero la cantante londinense no solo habló de sus deseos de inmortalizar su carrera en la entrevista filtrada esta semana. También habló de sus intenciones de ser madre antes de los 30 años.
"En 10 años más tendré 30, así que tal vez tendré un bebé", señaló. "Me veo establecida, casada y con hijos", agregó, "pero cuando pienso en una vida de familia en el futuro, rara vez hay un hombre involucrado, lo que es un poco raro", reconocía en aquella época.
"Creo que sería una buena madre, bueno, eso espero. Espero no ser una madre de mierda (sic). Cuando tenga hijos quiero tener un montón de ellos, por lo menos cinco. Siempre voy a trabajar desde casa y tendré un estudio en mi casa", añoraba la artista.
"Me imagino que estoy grabando abajo, en el sótano, y que los niños vayan a buscar a su mamá. Luego van a intentar a cantar en el micrófono y va a ser lindo", dijo.
Con eso, recordó su adolescencia: "Yo estaba mal con la autoridad y no quería que se me dijera qué hacer. Nunca he sido un idiota. Era una chica inteligente, pero me gustaba hacer cosas estúpidas por mis amigos. Era una buena chica como adolescente".
Curiosamente, la entrevista fue desechada por el editor de turno, señala The Independet, quien pensó que la artista no tendría gran futuro. Meses más tarde, sin embargo, Frank alcanzaba el doble disco de platino por más de 2 millones de copias vendidas solo en Europa.