El sudafricano Wayde van Niekerk, autor de una de las mayores hitos en los Juegos Olímpicos de Río, al batir el récord mundial de 400 metros con un tiempo de 43"03 segundos, ha confesado confiesa que aún odia esta prueba, pese a que es la prueba que lo elevó en lo más alto del olimpismo.
"¿Que si todavía odio el 400? Sí, con toda mi alma, pero reconozco que esta prueba me ha traído a donde estoy, así que no puedo quejarme", declaró horas antes a la Gala de la IAAF, en Montecarlo, que rinde homenaje a los mejores atletas del año.
Hay que recordar que Van Niekerk entrenó durante toda su formación los 100 y 200 metros, donde llegó a quedarse con los títulos nacionales de ambas especialidades. Sin embargo, entrando a la universidad la experimentada entrenadora Ana Sophia Botha lo obligó a cambiar de distancia.
El sudafricano es uno de los tres finalistas al trofeo al mejor atleta mundial del año, junto con el jamaicano Usain Bolt, máximo favorito, y el británico Mo Farah. El ganador será anunciado hoy mismo sobre las 21.00 horas durante la Gala de la IAAF.
"Es un gran honor para mí compartir este ambiente con tan grandes atletas", dijo el corredor de Ciudad del Cabo, el único atleta de la historia que ha sido capaz de bajar de 10 segundos en 100 metros (9"98), de 20 en 200 (19"94) y de 44 en 400 (43"03).
Van Niekerk, que se entrena con Usain Bolt en Jamaica, asegura que ha aprendido mucho: "He aprendido que todos somos iguales, todos buscando cumplir un sueño", comentó.