Los más de treinta mil espectadores que asistieron al Estadio Monumental, más los millones que siguieron el partido por televisión fueron testigos del gran partido de los juveniles de Colo Colo, el inexistente penal que Charles Aránguiz cambió por gol, y el agónico gol de Felipe Flores que extendió un festejo que comenzó hace 12 años.

Lo que no se vio fue una serie de historias que protagonizaron los jugadores albos, pero que también fueron de suma importancia para el desarrollo de la jornada.

El café cargado del entretiempo

Colo Colo dominaba claramente en el primer tiempo, y parecía que ya se echaban el clásico en el bolsillo. Sin embargo, un error árbitral, un penal inexistente y una precisa definición del "Principe" Aránguiz le dio un segundo aire a la Universidad de Chile, mientras que el "Cacique" acusaba el golpe.

La visita creció sobre el final de la primera parte y era incierto que psaría al reanudarse el juego. Sin embargo, los de Hector Tapia volvieron a salir con todo y a los 51' recuperaron la ventaja.

¿El secreto? Una seria conversación en el camarín que apuntaba a dejar de pensar en el cobro, y no echarse abajo como había ocurrido en otras ocasiones durante el semestre. "El penal te mata sicológicamente. En el entretiempo conversamos que nos teníamos que sacar el penal de encima", señaló Felipe Flores, a lo que Justo Villar complementó que "tuvimos un momento de apuro, pero el grupo supo sacar adelante el partido e hicimos un buen juego". 

El respiro de Vecchio

Emiliano Vecchio fue uno de los jugadores más destacados del partido. El argentino aprovechó los espacios en el medioterreno que regaló la "U", y en sus pies estuvo el gol que pudo liquidar el encuentro tempranamente.

A los 16 minutos tuvo su primera chance, cuando dejó a tres azules en el camino y escogió rematar

cuando sus compañeros le pedían el balón. Luego, a los 47' tuvo otra opción con un remate cruzado que se fue ancha al segundo palo.

El "Gordo" no se sacó fácilmente las ocasiones perdidas de la cabeza, y reconoció que no la pasó bien pensando en sus errores, pese a su gran partido.

"Me sentí responsable porque el equipo no podía ganar. Participé en dos jugadas en que pudimos definir el partido, pero no elegí la mejor opción y el equipo sufrió un poco. Cuando me senté en la banca pensé mucho en esas dos ocasiones", compartió una vez terminado el partido.

"Solo quiero agradecer a mis compañeros. Me emocionó mucho el sacrificio que hubo dentro de la cancha y las ganas de revertir la situación. Es una alegría para toda la gente", reflexionó el trasandino.

El festejo del banderín

El autor fue Marcelo Espina, pero la celebración de la camiseta transformada en bandera, y el banderín en estandarte ha sido imitada ya en varios clásicos. Esta vez fue el turno de Felipe Flores, que en su desaforada celebración del tercer gol albo, desfiló con el emblema frente a la barra rival.

"Siempre seguí los clásicos, desde chico, y obvio que recordaba la celebración de (Marcelo) Espina. Solo fue para darle una alegría a la gente"

, comentó el atacante.

Respecto a la notoria molestia de los jugadores azules por lo que consideraron una falta de respeto y provocación a sus fanáticos, el ex Cobreloa explicó que "no lo hice para molestar a los hinchas de la 'U', ni herir al archirrival. Uno lo hace para disfrutar, porque no lo hemos pasado bien, y era necesaria una alegría".

Ya en el segundo gol, el canterano Juan Delgado había repetido la escena junto al corner. Eso sí, la celebración no se le ocurrió a él. El propio Flores fue el de la idea: "Yo le dije a Delgado que sacara el banderín. En ese momento pensé que con ese gol ganábamos y se me ocurrió", confesó.