Las declaraciones de David Pizarro (hay que ir con huevos al Monumental) y de Jhonny Herrera (no han sido protagonistas y está todo dado para ganar allá) fueron uno de los temas más comentados en el camarín de Colo Colo. No pasaron desapercibidas, menos si venían de los referentes del equipo de Hoyos.
A los albos les llamó mucho la atención que los azules hablaran de esta forma previo a un nuevo Superclásico en el recinto de Pedreros, donde no saben de alegrías desde el año 2001. La confianza del archirrival sorprende en Macul: "Fue tema toda la semana en el vestuario. Acá, pese al complicado panorama de Pablo Guede, hay mucha tranquilidad de parte de los jugadores para este compromiso. Por eso les llamó la atención el tono de lo que decían en la U, como que vienen a una guerra y que ahora sí van a ganar. Eso los tiene motivados", confiesan en el club popular.
Quien salió a responder fue el capitán Esteban Paredes. El Tanque aseguró que iba a jugar hoy, pese a las complicaciones físicas que lo marginaron del duelo ante Universidad de Concepción, que haría un gol, que patearía un penal y que no perderían ante el conjunto de Ángel Guillermo Hoyos. "¿Qué pasaría si perdemos? No vamos a perder. ¿Cómo? No vamos a perder", dijo, con seguridad. Sin reconocerlo públicamente, su intención era mostrar que en el camarín albo la confianza sobra cuando se trata de enfrentar a la U en el Monumental, por más que desde la tienda universitaria se apele a la mala campaña actual y a que están en un mejor momento. En este tipo de encuentros, los futbolistas del elenco de Pedreros sienten que hacen valer el peso de la camiseta en Macul.
"En el 2009 veníamos muy mal, estábamos abajo en la tabla, pero ganamos el Superclásico y terminamos saliendo campeones", advirtió Paredes el viernes, con una soltura digna de un futbolista al que no se le pasa por la cabeza ceder puntos ante los azules.
"El equipo está muy enfocado en lo que nosotros queremos, no pensamos en las cosas que ellos dicen, nos preocupamos más de lo que van a hacer dentro del campo de juego. El equipo está muy motivado para ganar el domingo (hoy)", aseguró el goleador colocolino, que no quiso entrar en polémica directa con los jugadores de la U.
Todos los referentes del Cacique han asumido su rol. Así como Paredes deja en claro que la confianza sobra en un equipo muy cuestionado por sus últimas actuaciones, el Mago intenta, por su parte, distender el ambiente. Asume la presión que recae sobre Pablo Guede, quien en caso de caer ante la U, complicaría de sobremanera su futuro en el Cacique. Los hinchas, que en cada encuentro hacen evidente su rechazo hacia el DT, terminarían de condenar al argentino, a quien ya le tiraron proyectiles en la caída ante el campanil. Es por esto que en la práctica de este miércoles, Valdivia puso la cuota de humor en el Monumental y retornó al camarín acostado en la parte trasera de un tractor, tapado con una colchoneta, ante la risa de los presentes. ¿El mensaje? Los albos entrenan al máximo pensando en el archirrival.
A casi 15 kilómetros, en el camarín de Universidad de Chile, en La Cisterna, el plantel intenta mantener la calma. Hay confianza, y no tienen problema en decirlo públicamente. Poco les importa que sus palabras saquen ronchas en Macul. No se esconden, como quizás sí pasó en años anteriores. Saben que hoy pueden poner fin a 16 años de malos resultados en Macul. Herrera, el único sobrevivente de la victoria de 2001, como tantas otras veces, señaló que este equipo tiene todo para abrazarse en Pedreros. "Llegamos mejor que nunca en varios años. Estamos apuntando todas nuestras fichas a ser campeones… Estamos bien, con un plantel sólido, con gente muy madura. Este es un plantel exitoso, el más exitoso de los últimos 20 años… Tenemos muchas ambiciones, ser bicampeones, dar pelea en la Libertadores", expresó Herrera.
Y es que la planificación de Guillermo Hoyos apuntó a no alterar el trabajo habitual. Realizó charlas grupales, individuales y por zonas del campo de juego. También dialogó con los referentes del plantel, entre los que destacan Johnny Herrera, Gonzalo Jara, Gustavo Lorenzetti y David Pizarro, para ir, de alguna manera, palpando las sensaciones que existen a tan pocas horas del Superclásico. Hubo una concentración voluntaria, este viernes, en las que prácticamente se acuarteló la mayoría de los jugadores. El compromiso está al máximo.
Las risas en el camarín están muy lejos del nerviosismo que inquieta al pueblo azul. Mauricio Pinilla, a través de las redes sociales, ha dejado constancia de la tranquilidad que exhibe un equipo que confía en sus capacidades. Esta última parte, se ha visto reforzada con las charlas al plantel que ha dictado Hoyos. En la sala de prensa, donde los futbolistas atienden a los medios, el DT les ha repetido que tienen todo para seguir entrando en la historia del club. Hoy, el miedo no existe. "¿Si Valdés, Valdivia y Paredes son peligrosos? No, para nada. Peligroso es estar en zona de guerra. Son jugadores que vamos a disfrutar y trataremos de contrarrestar sus virtudes. Pero los chicos nuestros son unos cracks", comentaba el argentino, intentando bajarle el perfil a los grandes nombres del Cacique.
Y es que entre los campeones del fútbol chilenos confían en que aparezcan las individualides. Uno de ellos es Mauricio Pinilla , quien ha vivido la semana de manera especial. Asume su rol de referente del equipo. A tal punto, que fue en representación del plantel a reunirse con Esteban Paredes y Arturo Salah para hacer un llamado a vivir el clásico en paz.
En el CDA, Pinigol se prometió volver a marcar con la camiseta de Universidad de Chile. Trata no presionarse con las estadísticas, en las que ya suma 270 minutos sin convertir. Diego Rivarola, histórico delantero azul, que brilló más de una vez en Macul, se ha encargado de aconsejarlo. El 9 respeta a Gokú. "Siempre converso con él. Mauricio sabe cómo jugar un clásico, ha jugado varios. Trato de calmarlo y le digo que sé que tiene las capacidades para convertir en ese estadio. Debe ir con la personalidad que tiene al Monumental. Los insultos y burlas te deben motivar más. A mí, con todo ese ambiente, me daban más ganas de convertirles", comentó el retirado futbolista mendocino. Incluso, aseguró que el mundialista le había pedido la mítica camiseta de Gokú: "¿Si me pidió la polera? Sí, pero fue una conversación de pasillo. Eso sí, está en el museo. ¿Si se la pasaría? Está en el museo", comentó entre risas. Días después, el atacante decidió no seguir adelante con la petición. Sabe que usar la indumentaria del idolatrado exdelantero puede provocarle una carga emocional aún mayor: "Esa camiseta tiene una historia propia y no quiero llevar ese peso", se excusó el 9 estudiantil.
Ayer, en el portón del CDA, el plantel recibió el último aliento de casi mil hinchas que llegaron a despedir al equipo de Hoyos. Hubo cánticos, y prácticamente un ruego generalizado de los fanáticos de traerse los tres puntos de Macul. Los futbolistas lo registraron en sus celulares, e incluso, subieron a un hincha al bus. "Esto es impresionante, loco. La verdad impresionante", resumió Fernando De Paul.