La inversión extranjera en inmuebles al interior de España repuntó un 16% hasta los 6.453 millones de euros en 2013 en comparación con 2012, registrando un cuarto ejercicio consecutivo de alzas y anotando el más alto nivel en los últimos nueve años.

Los británicos, los franceses, los rusos y los belgas son los que más compran propiedades inmobiliarias en España.

Las cifras de 2013 se sitúan muy por encima de los porcentajes previos a la crisis económica de 2008, según los últimos datos del Banco de España.

Frente a la pérdida de poder adquisitivo de los españoles y las dificultades de acceso al crédito, el apetito de los extranjeros por activos en España ha ido en aumento en los últimos cuatro años, especialmente teniendo en cuenta el ajuste de precios del sector inmobiliario español y la oportunidad que representa frente a otros países europeos.

En ese contexto, el precio de la vivienda en España bajó un 7,8% de media en 2013, un descenso que, sin embargo, es más suave que el registrado en 2012 y 2011, cuando cayó el 12,8% y el 11,2% respectivamente, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

El incremento de la inversión extranjera en la adquisición de viviendas en España también contrasta con el continuo retroceso de las compras inmobiliarias de los españoles fuera de su país, que ascendieron a 355 millones de euros en 2013, la cifra más baja en 12 años y cerca de diez veces inferior a la registrada en el periodo de bonanza económica.

El 11,15% del total de compras inmobiliarias efectuadas en España el año pasado correspondieron a extranjeros y estuvieron encabezadas por los británicos, con un 15,1%, seguidos de franceses, con un 9,84 %; rusos, con un 8,58 %, y belgas, con un 7,26 %, según datos del Colegio de Registradores de la Propiedad.