El campamento de inmigrantes y refugiados más grande de Europa inició su segunda jornada de desmantelamiento. Ubicado al norte de Francia, "La Jungla" de Calais recibió a más de 6.000 personas que provenían mayoritariamente de Afganistán, Siria, Sudán y Eritrea, quienes soñaban con cruzar a Gran Bretaña. Pero en un proceso que durará una semana todo quedará vacío.

Entre ayer y hoy, se confirmó que 3.500 habitantes de esta "Jungla" de Calais ya han sido evacuadas a los centros de orientación y acogida dentro del territorio francés, en donde serán estudiadas sus demandas de asilo.

En total, todos serán trasladados y repartidos a 450 centros provisionales abiertos por el gobierno de Francia en todo el país. Sin embargo, muchos de ellos, se estima que alrededor de 2.000, aún no tienen intenciones de abandonar sus precarias viviendas, ya que mantienen la esperanza de llegar a Reino Unido a través de un tren o ferry.

En todo caso, la mayoría de los trabajadores ya comenzaron a desarmar los improvisados hogares a la espera que en los próximos días lleguen máquinas excavadoras, aunque algunos de los inmigrantes prefirieron quemarlos antes de ver cómo los desmantelaban.

El ministro francés del Interior, Bernard Cazeneuve, señaló que sólo durante la mañana de este martes habían sido evacuados más de mil inmigrantes, de los cuales unos 200 eran menores.

"Sabemos que la Jungla se acabó", dijo Aarash, un afgano de 21 años, mientras se encaminaba hacia el hangar en el que los funcionarios migratorios procesan a los inmigrantes, según informó Reuters. "Veremos si podemos montarnos a un autobús hoy, pero queremos una buena ciudad, como una cerca de París. Si no podemos ir allí volveremos a la Jungla", agregó.