Autoridades y pobladores coinciden en que el objetivo del programa conocido como Segunda Oportunidad era "loable", ya que daba una alternativa para que miles de personas de dos poblaciones del sector de Bajos de Mena, en Puente Alto, que vivían en departamentos de unos 40 metros cuadrados y con altos niveles de hacinamiento, pudieran encontrar una mejor vivienda. Según los pobladores, en su inicio funcionó "bastante bien"; no obstante, a más de cuatro años de su implementación, ha presentado "dificultades" que hoy tienen a cerca de 400 familias de las poblaciones Francisco Coloane y Cerro Morado, viviendo entre escombros de edificios a medio demoler y problemáticos terrenos baldíos.
La iniciativa, que también se implementó en otras tres poblaciones de las comunas de Quilicura, Viña del Mar y Rancagua, se inició bajo el gobierno de Sebastián Piñera en 2012, con el objetivo de trasladar a más de 22 mil personas en total, unas 6.780 desde Bajos de Mena, a otros sectores. Esto, a través de la entrega de un subsidio de 700 UF (poco más de $ 18 millones) para comprar una nueva casa, o bien, incorporándose al nuevo conjunto habitacional que se levantará en los mismos terrenos y que contaría con mejores estándares de habitabilidad y espacios públicos.
Para esto, se planificó que las familias comenzaran a desocupar paulatinamente los edificios para proceder con su demolición, pero en Bajos de Mena el proceso está lejos de acabar. Según informó el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) a través de información requerida por Transparencia, la fecha estimada para dar término al programa es 2021, pero además, los vecinos que aún habitan ambas poblaciones denuncian que existen "muchas trabas" para poder salir.
"Al principio todas las familias lográbamos ponernos de acuerdo para desocupar los blocks, y harta gente logró encontrar casas lindas. Pero los precios del sector se fueron al cielo, llegaron los tomadores ilegales y ahora también están los hijos de los propietarios, con sus propias familias que viven aquí", relata Viviana Fuentes, presidenta de la junta de vecinos de la población Francisco Coloane. La dirigente agrega que, además, "hay mucha burocracia con los departamentos para darles solución a vecinos en casos donde el matrimonio se separó o el dueño se murió y hay muchos herederos".
Según el Minvu, en Bajos de Mena deberían demolerse 1.308 departamentos y al minuto se registra un 70% de avance, es decir, aún hay 384 unidades que están en pie. Mientras, entre edificios a medio demoler y los terrenos baldíos, se acumula la basura y las plagas de ratones, las rutas de acceso están cortadas por las primeras obras de saneamiento de alcantarillado que se están realizando en el sector, mientras que la falta de luz en las calles es propicia para el consumo de drogas y asaltos a vecinos.
A esto se agrega que la mitad de las personas que quedan son "tomadores", que habitan sin autorización los departamentos ya desocupados, los que en muchos casos han debido reacondicionar con tablas y plástico para tapar los enormes espacios en puertas, ventanas y techos, que dejaron las máquinas del gobierno para impedir precisamente esta acción.
"No tenía dónde ir, mi familia me cerró las puertas y aquí hay un techo para mis hijos", relata Marisol Villarroel (20), quien vive en uno de estos espacios "deshabilitados" con un niño de dos años y una hija recién nacida, en un departamento cuyas puertas y ventanas son de nailon.
Para Beatriz Hernández, habitante de Francisco Coloane, la principal traba que retrasa el avance del programa radica en el monto del subsidio. "Ya no alcanza para comprar casa en ningún lado y el ministerio no quiere subirlo. Ya acordamos que no nos vamos a ir mientras no se le dé una mejor solución a todo el mundo", sentencia.
Según el alcalde de Puente Alto, Germán Codina, "si bien el programa es una buena política, el proceso ha tenido altos y bajos. Sabemos que el subsidio no alcanza para que los vecinos cambien su calidad de vida porque la gran mayoría no tiene poder de endeudamiento". Además, opina que "el programa no debe cerrarse, sino seguir expandiéndose porque en Bajos de Mena hay 120 mil habitantes y hoy solo dos poblaciones están siendo beneficiadas".
Plan Integral
El Plan Segunda Oportunidad fue incorporado bajo esta administración al Plan Integral de Bajos de Mena, liderado por la Intendencia, y que incluye mejoras de viviendas y barrios; más infraestructura de transportes, servicios, áreas verdes y nuevos planes de prevención en seguridad. Es así como hace unas semanas se inauguró una nueva comisaría de Carabineros y hoy se construye un nuevo cuartel de Bomberos.
El seremi de Vivienda, Aldo Ramacciotti, afirma que "con estas medidas se ha dado un giro rotundo a lo que venía desarrollándose en Bajos de Mena". Asimismo precisó que "las obras de construcción de las nuevas viviendas se iniciaron en una primera etapa el pasado 5 de junio en el sector de Francisco Coloane, con la construcción de la macroinfraestructura para un conjunto habitacional de 523 viviendas; a su vez, en diciembre de este año se iniciará un segundo conjunto habitacional".