Una cárcel, un Miró embargado o los tribunales del juez Sergio Moro son algunos de los puntos incluidos en un tour por la ciudad brasileña de Curitiba que muestra los lugares más ilustres de la "Lava Jato", operación que investiga desde hace tres años el mayor caso de corrupción de la historia del país.
Con una duración de cerca de cuatro horas, el paseo explica con un guía instruido para la ocasión el gigantesco entramado para entender cómo se produjeron los millonarios desvíos desde la petrolera estatal Petrobras y por los que ya han sido encarcelados decenas de directivos y algunos políticos.
"La idea surgió a partir de la demanda de los propios turistas que atendemos. Querían conocer un poco donde trabajaba el juez Sergio Moro y conocer el caso", comenta a Efe Bibiana Antoniacomi, propietaria y directora de la operadora turística Special Paraná.
El recorrido pasa por la Universidad Federal de Paraná, donde Moro da clases desde 2007, así como por la sede del Tribunal Federal donde trabaja, una corte especializada en crímenes financieros y lavado de activos.
Tampoco se deja de lado la Procuraduría General de la República (Fiscalía), sede de trabajo de los funcionarios que trabajan en la "Lava Jato", o la comisaría de la Policía Federal, donde se inician las investigaciones y se encarcelan de manera preventiva a los acusados.
El plato fuerte viene con la visita externa por el complejo Médico-Penal, cárcel donde están presos los investigados y los ya juzgados por su implicación en la trama corrupta, en la que también participaron las principales constructoras brasileñas. Dentro de sus instalaciones están, entre otros, el ex jefe de la Cámara de Diputados Eduardo Cunha, el ex director del Area Internacional de Petrobras Jorge Zelada, o el ex tesorero del Partido de los Trabajadores (PT) Joao Vaccari Neto.
La guinda es una parada opcional en el Museo Oscar Niemeyer, "donde hay una exposición con obras de arte que fueron confiscadas durante la operación", sostiene la empresaria.
La muestra exhibe 26 de las 600 obras que han sido recuperadas a lo largo de estos tres años por la "Lava Jato", entre las que destaca un cuadro del pintor español Joan Miró u otro del brasileño Vik Muniz.
El costo del tour depende de las personas que participen ese día, aunque si sólo son dos los interesados en conocer los entresijos del mayor caso de corrupción de la historia de Brasil el precio es de 195 reales (unos sesenta dólares).