La arquitecta Constanza Piwonka (45) recuerda que, antes de ese 10 de abril de 1994, existieron al menos dos señales: "En la mañana anterior, a él le tocó ver un accidente y llego contándome: 'parece que una persona falleció, fue heavy', a lo que agregó que no le daba susto la muerte. Yo le dije una frase súper extraña y le comenté que siempre va a ser más difícil estar vivo que muerto, se me quedó grabado".
Y la siguiente alerta llegó apenas dos horas antes. "Luego de ese show que hicieron en ayuda de la hija de Héctor Robles, jugador de Palestino, nos fuimos a comer a un restaurante en Las Condes. Era muy raro que ellos salieran juntos con sus parejas, nunca lo hacíamos. Lo habíamos intentado, nunca se podían coordinar los tiempos, pero esa noche sí y fue muy extraño. Bueno, tras esa cena, vino el accidente", relata en torno al mayor cisma en la historia de La Ley: el deceso de su fundador, líder y guitarrista, Andrés Bobe, en un accidente en moto en La Reina y justo a las puertas de la internacionalización.
De hecho, el también productor estuvo en los primeros shows del conjunto en Viña, en 1993 y 1994, materializando una secuencia que hasta hoy sus fanáticos atesoran como culto: cuando por unos minutos desplazó a Beto Cuevas de su rol de vocalista y se plantó ante la Quinta Vergara para interpretar I.L.U, una de sus composiciones. Se trata del mismo tema que el grupo tocará hoy en su retorno a la cita -y con el mismo megáfono que el cantante ocupó ese año-, como un tributo a las dos décadas de la muerte del hombre que inició a la banda en 1987, dos años antes que Cuevas se sumara a sus filas.
"Andrés era el líder, el cabecilla, el que craneaba todo, por lo que, mirando en perspectiva, yo creo que también se sentía un poquito envidioso de Beto, quizás lo empezó a remecer que él se pusiera extremadamente famoso y se convirtiera en el rostro de la banda", cuenta Piwonka, quien comenzó su relación con el guitarrista en 1992 y se convirtió en la persona más cercana en su vida.
Luego sigue: "No sé si él lo resintió, pero empezó a ceder ante el protagonismo de Beto. El grupo empezó a ser una potencia con cuatro integrantes, se comenzaron a repartir los roles, y él ya no podía controlar todo. La agrupación que creó se le estaba yendo de las manos. Eso le empezó a doler, porque quedó relegado y le pegó súper fuerte, tenía un carácter muy potente, nunca fue tímido y no estaba para estar escuchando cómo el resto hablaba de la música que él hacía".
Pese a las diferencias entre Cuevas y Bobe, la profesional acota que la tensión nunca fue evidente. Piwonka sigue: "No había discusiones, no había nada directo, eran sólo supuestos, porque se respetaban un montón, pero tuvo que lidiar con este personaje tan fuerte como Beto que se le vino encima". De hecho, ese 10 abril, cuando el instrumentista se alistaba para tomar su moto, el propio Cuevas fue la última persona con la que habló, ya que se puso frente a su vehículo y le dijo que no podía irse solo a casa.
"Beto le dijo 'Andrés, ándate con la Coni, no te subas en la moto'. Pero lo dejamos ir porque no estaba borracho ni nada. Parecía que no había riesgo. Y tratamos de buscar las llaves, pero no las encontramos por ningún lado", recalca la arquitecta, quien por esos días planeaba irse a vivir y casarse con el mentor del hoy trío. Tras su muerte, se alejó para siempre de la agrupación y hoy especula en torno a lo que nunca fue: La Ley conquistando Latinoamérica con Bobe en sus filas.
"Pasaron por un momento incierto, pero se rearmaron rápido. Pero sin Andrés, tarde o temprano se generaría un caos en la banda. Estoy seguro que a él jamás le hubiera gustado que pasara toda la crisis donde después se fue Luciano Rojas y Coti Aboitiz. Y con él es probable que no se hubieran puesto tan comerciales, habrían mantenido ese lado más alternativo", cierra.