Dicen que ganar siempre, aburre. Que los equipos, a veces, se cansan de triunfar. Quizás sea por la abismante diferencia de costos en los planteles, o por un trabajo constante que viene desde las divisiones más bajas, pero lo cierto es que siguen saliendo los mismos campeones en sus respectivas ligas, dejando al resto en los puestos de abajo.

Italia, España, Alemania e Inglaterra. Cuatro competiciones de Europa que durante las últimas cinco temporadas han repetido sus campeones. En la Bundesliga, por ejemplo, solo dos equipos han conseguido llevarse la máxima distinción. Algo similar ocurre en Inglaterra, donde las Copas han deambulado entre tres.

En España, y tras casi diez años de poderío entre Real Madrid y Barcelona, fue el Atlético Madrid el que, perdiendo solo cuatro y empatando seis de 38 jornadas, logró llevarse el último torneo después de 18 años de sequía.

El caso de América no es muy diferente. Brasil, México y Colombia repiten esta tendencia, algo que hace que no haya rotación y se abracen siempre los mismos.

Las única ligas que tienen una tendencia similar a la chilena es la francesa y la argentina. Pero la llegada de inversionistas árabes con ganas de apostar por un equipo europeo y han convertido la Ligue 1 en un campeonato aburrido, en el que luchan sólo cuatro equipos. En tanto, en el caso  trasandino han tenido seis diferentes campeones desde 2012, uno más que Chile. El otro gran caso de variedad en la cima de la tabla.

En Chile, el puntero actual del torneo es Universidad de Concepción, un equipo que no es considerado dentro de los grandes, algo que raramente ocurriría en las otras ligas. Es pronto, pero huele a campeón. Sigue la tendencia. Desde que Huachipato levantó la Copa en el Clausura 2012, a través del sistema de play offs, ningún equipo ha vuelto a levantar dos veces el torneo.

Quizás sea porque se optó por cambiar la modalidad de la competición, el que es de 17 fechas en la que juegan todos contra todos y sale ganador el que acumuló más puntos, o porque ningún equipo ha logrado mantener una solidez durante los últimos años, pero lo cierto es que nadie ha podido repetir una buena campaña, un fenómeno distinto al del resto de las mejores ligas del mundo. Mucho más dinámica y entretenida.