Es fácil quedar seducido por los brillantes números del prospecto de OPI de Alibaba Group Holding Ltd.: márgenes de ganancia de 44%, crecimiento de los ingresos de 72% y 231 millones de compradores activos el año pasado.

Pero, después de la página 19 del documento, hay un descarnado recordatorio de que invertir en una compañía china -en especial una tan extendida como Alibaba- es también una apuesta a cómo será de buena su relación con Pekín. La empresa podría captar hasta US$20.000 millones en su oferta pública inicial este año, cien veces más que la OPI china promedio en los Estados Unidos.

Alibaba debe dar gracias a las políticas del gobierno que permitieron su ascenso, y una exitosa salida a bolsa en EEUU pondrá de relieve el valor de Alibaba para China. Al mismo tiempo, el gobierno podría modificar el contrato de Alibaba con los accionistas estadounidenses, censurar sus plataformas y restringir el servicio de pagos que es vital para su negocio -todo lo cual podría impactar en su valor para los inversores.

"Como inversor, uno está haciendo una apuesta a la capacidad de la conducción para negociar lo que pasa cada día de la semana", dijo Duncan Clark, presidente de BDA China Ltd., consultora de compañías tecnológicas con sede en Pekín. "La conducción de la empresa va a ser el amortiguador que haga frente a los grandes riesgos".

Ashley Zandy, portavoz de Alibaba, no accedió a formular comentarios sobre la OPI de la compañía.

China tiene interés en el éxito de Alibaba y sus pares. Más de 10 millones de personas trabajan en el sector del comercio electrónico del país, muestra una encuesta del Ministerio de Recursos Humanos y Seguridad Social publicada en el blog de Alibaba.

Las políticas del gobierno -en particular las prohibiciones que sufren empresas extranjeras de Twitter Inc. a YouTube de Google Inc.- han dado impulso a las compañías nacionales. Alibaba tiene inversiones en servicios chinos de mensajería y video. Es más, el crecimiento de Alibaba en los últimos quince años refleja el de China, en medio de una ola de liberalización económica.

"Todo lo que sea nocivo para Alibaba tendrá un impacto directo en la reputación de todos los integrantes de este sector industrial", opinó Joseph Foudy, profesor de estudios asiáticos de la Escuela de Negocios Stern de la Universidad de Nueva York. "Eso no quiere decir que no vayan a hacerlo; sólo significa que esa decisión debe tomarse en el nivel más alto, donde están tremendamente orgullosos de Alibaba".

"Hay riesgos particulares con la exposición de Alibaba a China", dijo Carter Mack de JMP Group Inc., presidente y cofundador del banco de inversión de San Francisco. "Probablemente sean inevitables en el caso de las compañías con sede en China, de modo que los inversores tienen que tomar eso como parte de lo que están comprando".