Cristian Valenzuela en enero del 2011 ganó la medalla de oro en el Campeonato Mundial de Atletismo Paralímpico de Nueva Zelandia, en la prueba de maratón para no videntes. Pero el momento más glorioso de su carrera deportiva aún no llegaba. Fue hoy, cuando en los Juegos Paralímpicos de Londres 2012 conquistó el oro en los 5000 metros.

Para lograr estos éxitos, Valenzuela ha debido pasar por muchos obstáculos, como una severa depresión que le vino luego de perder la vista, pasando por la falta de motivación debido al escaso apoyo que recibe, y, sobre todo, la discriminación que sufre por el simple hecho de ser discapacitado. "Hay veces en que ni siquiera la micro me para por ser ciego, entonces esas cosas hacen que uno no tenga ganas de seguir adelante", explicó

Incluso, hace un dos años y medio estuvo cerca del retiro, pero recapacitó y hoy cuenta con el respaldo de quienes lo instaron a dejar la actividad.

El deportista fue diagnosticado de un glaucoma congénito a los 12 años, pero luego, con la ayuda de una asistente social, el fondista pudo salir adelante y encontró en el deporte su refugio.

Valenzuela cuenta con Ricardo Opazo como su entrenador, quien ha sido fundamental en su desarrollo como deportista. Se trata del mismo que entrenó a Erika Olivera, y quien se la ha jugado por el desarrollo de la carrera del fondista.

El llegar a trabajar con él fue por casualidad, ya que tras los Juegos Olímpicos de Beijing 2010, Cristián decidió separarse de su cuerpo técnico anterior. Entonces, por intermedio de un primo, el maratonista conoció a Opazo, a quien le pidió si lo podía entrenar para una competencia. Luego de eso, el adiestrador vio el esfuerzo que Valenzuela ponía en cada práctica, y se decidió a trabajar con él.

"Siempre ha mostrado la disposición para trabajar al máximo, como lo hacen los mejores deportistas. Por eso es campeón del mundo", dijo en su momento Opazo.

Las distintas barreras que le ha puesto la vida a Valenzuela, no han sido obstáculos, y demostró que con esfuerzo y sacrificio se pueden conseguir resultados. El chileno ahora goza y ve sus frutos.