Gustavo Canales dejó Universidad de Chile, cansado del estilo que se estaba llevando en el equipo encabezado por Sebastián Beccecace. El impulso final para que el delantero tomará la decisión fue la momentánea marginación del kinesiólogo Marcelo Hernández. Y es que la disputa interna entre el técnico e integrantes del cuerpo médico ha marcado un nuevo inicio conflictivo en el trabajo del técnico.
Beccacece decidió no trabajar con Hernández y el otro kinesiólogo, Mauricio Schmidt, por una mezcla de desconfianza (sospecha que filtran información) y disconformidad con el trabajo que han realizado. Por eso, ayer se les comunicó que no asistieran a la primera práctica tras las vacaciones y es muy probable que en las próximas horas quede sellada la desvinculación de ambos.
Esta medida no fue bien recibida no sólo por los afectados, sino que también por el resto del cuerpo médico que encabeza Fernando Radice. Por eso los doctores tampoco se presentaron ayer, como una muestra de respaldo a sus compañeros.
Pero además, Radice quiere reunirse con el directorio de Azul Azul para analizar el tema y expresar su molestia. Por ahora, el técnico no está dispuesto a dar marcha atrás en su decisión, aunque será Carlos Heller el que tendrá que tomar la últimas palabra sobre la situación contractual de Hernández y Schmidt. El incendio que se viene propagando en el CDA desde hace algunos meses está lejos de apagarse en lo inmediato. Y nadie parece estar dispuesto tampoco a ponerle fin.