El estudio, publicado en la revista Science, se basa en el análisis de la composición de los isótopos de cloro de rocas lunares que fueron transportadas a la Tierra por las misiones Apolo de finales de la década de los 60 y principios de los 70 del siglo pasado.
El director del estudio, Zachary Sharp, de la Universidad de Nuevo México, explicó que su equipo cree ahora que el interior de la luna probablemente nunca presentó un contenido hídrico sustancial.
Eso contradice lo alegado por otros estudios publicados recientemente.
DEPOSITO DE HIELO
Este equipo ahora supone que la Luna siempre tuvo un ambiente que no se prestaría para la vida.
La corresponsal de Ciencia de la BBC, Katia Moskvitch, recuerda que cuando los geólogos estudiaron por primera vez las muestras de Apolo, no encontraron evidencia de agua, por lo que en principio se declaró que la luna era seca.
Sin embargo, a principios de 2010, un equipo de Estados Unidos dirigido por Francis McCubbin dijo que el agua que había en los minerales lunares era por lo menos 100 veces superior a lo que inicialmente se creía.
También un reciente experimento de un equipo indio encontró grandes depósitos de hielo en la Luna. Sharp sostiene que esos depósitos pudieron haber llegado en cometas que se estrellaron contra la superficie del satélite terrestre.