Mark González debe luchar una y otra vez con las lesiones. Ahora se perderá el duelo de esta fecha ante La Calera por una "lesión muscular de bajo grado en el gemelo interno derecho", como indicó el sitio oficial de Universidad Católica. Pero aunque menor esta vez, es un nuevo problema que saca del equipo cruzado a una de sus figuras.
El 4 de febrero, por la quinta fecha, González se lesionó al minuto 32 del duelo entre la UC y Wanderers, en Valparaíso. Un esguince grado dos en el tobillo lo sacó del equipo por algunas semanas. Su ausencia coincidió con un bajón futbolístico del equipo.
"Quedaron atrás mis malos momentos por las lesiones. He vuelto", había declarado el jugador en enero, tras ser figura en un amistoso de Chile ante Estados Unidos. Sin embargo, la maldición estaba lejos de desaparecer.
Desde los graves problemas que padeció en Rusia, donde incluso estuvo cerca de perder una pierna, el volante zurdo ha tenido que lidiar permanentemente con el fantasma de las lesiones. En el Clausura 2014, justamente en su vuelta a la UC, Chico Mark pasó más tiempo en la enfermería que en la cancha.
"Tuve una descompensación muscular que me pasó la cuenta", fue su explicación tras jugar poco en el primer torneo tras regresar a los cruzados, donde incluso se había planteado la posibilidad de pelear un cupo para ir al Mundial. Algo que estuvo muy lejos de suceder.
Con Julio César Falcioni, quien se preocupó en tratar de devolverlo a la alta competencia, pudo jugar más, pero también se perdió varios encuentros por molestias físicas. Se pensó que con Mario Salas, éstas desaparecerían, sin embargo, la maldición sigue encima del veloz extremo. La UC, por mientras, sufre.