Al ser consultado por su segunda muestra positiva por Carboxi-TetraHidroCanabidol (marihuana), Álvaro Cortez, el especialista en salto triple y récord nacional en la disciplina, se excusa de la siguiente forma: "No es habitual, pero sí he consumido. Me da lata que sea noticia algo que es tan personal, que es parte de mi entrenamiento. La gente es muy ignorante, me han hecho mierda". Gracias a esa noticia, quedó fuera de los Mundiales de Atletismo de Londres, que comienzan el próximo mes.

El iquiqueño suena convencido en que, más que una falta, lo suyo fue un error por haberlo hecho cuando competía, aunque sostiene que tras esa primera muestra, no volvió a consumir cannabis. "Tal vez se me quedó en el cuerpo y por eso apareció". Es uno uno de los deportistas sancionados por THC en Chile.

Lo hace molesto. Para él, consumir esta planta, a la que diversos estudios le atribuyen propiedades beneficiosas para la salud, que goza de una amplia aceptación social en Chile y que ya se ha legalizado en distintos países, es un problema del plano íntimo. Fumarse un pito o comerse un queque mágico, cree Cortez, no es un problema que deba recibir una sanción como la que se le dará, porque entiende que no hay una intención de trampa de por medio.

¿Por qué la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) tiene a la marihuana en su lista negra? Hay diversos casos de deportistas que han reconocido usar de ésta para tratarse malestares articulares o musculares, además de relajarse. Por ello, es que en 2013 la AMA modificó su umbral de tolerancia respecto al THC, que pasó de 15 nanogramos a 150 nanogramos por mililitro. Es decir, con esa cantidad aceptada se busca castigar a quien compita volado, no a quien fume con días de anterioridad.

"Lo que se busca es sancionar al atleta que haya consumido marihuana con el fin de mejorar su rendimiento", explica la uruguaya María José Pesce, directora de la AMA en Latinoamérica. ¿Hay ayuda de la marihuana para mejorar el rendimiento? Manfred Schmuck, químico farmacéutico que ha realizado un sinfín de tomas de muestras para controlar dopaje, cree que no. "La marihuana no presenta una ventaja deportiva prácticamente en ninguna disciplina. Para un futbolista o un atleta es una desventaja", explicaba a La Tercera en 2014.

Desinhibición, alteración de la consciencia y relajamiento son algunas de las situaciones que puede provocar la hierba. Para entender la persecución de la planta como sustancia prohibida, Pesce explica: "Son tres las razones por las que se incluyen sustancias en la lista de prohibición. Porque perjudica la salud, porque mejora el rendimiento o porque viola el espíritu deportivo. En el caso de la marihuana pueden considerarse las dos últimas como razones para que se incluya en la lista". Además, cuenta que en Uruguay, pese a que sea legal el consumo, los casos de positivos por THC son casi nulos. Si bien Pesce afirma que en caso de exámenes sorpresa durante la época de preparación el consumo es permitido, recalca que presentar índices superiores a 150 ng/ml después de competir es lo sancionado.

El psicólogo deportivo Felipe Villalobos también conoce sobre el tema. Entiende que la marihuana es de un amplio uso en el deporte de forma secreta, por lo que prefiere no dramatizar. Detalla que, entre las razones más comunes por las que un deportista de élite recurre a la hierba es para sobrellevar la amplia carga de estrés a la que están sometidos. "El uso de las drogas recreativas, como la marihuana, están vinculadas a razones físicas, psicológicas y sociales. Aunque es irresponsable dar un diagnóstico sin conocer bien los detalles de Cortez, uno puede pensar que un chico lo hace por el placer personal que está asociado a evadir sensaciones de estrés ligadas a la competición, baja de autoestima o manejar la presión", asegura.

La situación de Cortez vuelve a despertar una discusión que parecía dormida. Y es que si aún son cuestionables los efectos que podrían beneficiar a un atleta el consumir marihuana antes de una competencia o no, lo cierto es que el triplista, mientras esté prohibido, no puede hacerlo. "En Bolivia y Perú está muy socializado el mascar o tomar mate de hoja de coca. Es una costumbre cultural, pero igual el deportista no lo puede hacer, porque el cuerpo lo va a sintetizar como metabolito de cocaína y es una sustancia prohibida", explica Pesce a modo de ejemplo.

Pero Cortez asume una postura muy distinta a la del resto de los casos que le han precedido. Pues a diferencia de lo que han hecho la mayoría de los atletas sorprendidos con altos índices del componente psicoactivo, Cortez no pide disculpas. Ni siquiera Michael Phelps, que fue castigado en 2009 por una fotografía que lo mostraba fumano, quiso entrar a defender un consumo que lo ensució más socialmente (con el consiguiente perjuicio de patrocinadores) que deportivamente (nadie sospechó de sus marcas por el porro). Prometió que nunca más lo haría.

Phelps y el jamaicano Usain Bolt son los dos atletas más destacados del mundo que se han visto relacionados con el asunto. Bolt, que en 2008 asumió haber fumado cuando niño, también negó en su biografía (Rápido como un rayo, 2013) que su consumo haya sido sostenido en el tiempo.

Dana Larsen, político y activista canadiense a favor del uso del cannabis, cree que "es una lástima que Phelps no hubiera sido lo suficientemente valiente como para defender su relación con la planta más maravillosa del mundo, en lugar de disculparse en un esfuerzo por salvar sus contratos de patrocinio". Lo dijo en un artículo escrito para Forbes.

"Si Phelps hubiera estado más cerca del final de su carrera y con menos que perder por ser honesto, entonces tal vez habría tomado el enfoque del dos veces campeón del Super Bowl, Mark Stepnoski", agrega el norteamericano. Después de retirarse de la NFL, en 2001, Stepnoski se convirtió en un defensor de la legalización y confirmó el uso responsable de la marihuana durante su carrera profesional. "Después de un partido, necesitas algo para relajarte", dijo en uno de sus tantos discursos. "Prefiero fumar que tomar analgésicos".

Cortez fue distinto y, aunque no hizo una apología al consumo de cannabis, tampoco la demonizó. "Es mi vida privada y puedo hacer lo que quiera. Ahora sólo me queda seguir entrenando y lo estoy haciendo muy bien", cierra el iquiqueño, que arriesga una amplia condena por dos positivos tras consumir queque mágico.