Histórico

La mentira que inició la Segunda Guerra Mundial

La historia del supuesto ataque polaco contra una radioemisora alemana para llamar a derrocar a Hitler.

Era la noche del 31 de agosto de 1939 y un grupo armado, vistiendo uniformes del ejército polaco, tomó la radioemisora de Gleiwitz, localidad alemana fronteriza con Polonia. El piquete se hizo del medio, asesinó a una persona y difundió un mensaje en el que se llamaba a la población de origen polaco a levantarse contra el gobierno de Adolfo Hitler.

Conocido como el Incidente Gleiwitz fue el pretexto que usó la Alemania nazi para iniciar la invasión a Polonia, el 1 de septiembre, dado así comienzo a la Segunda Guerra Mundial. La prensa nazi divulgó ampliamente la noticia y las fotos de la víctima fatal del ataque polaco.

Este hecho, sin embrago, resultó ser todo un montaje elaborado por la Gestapo y las SS. Así quedó establecido en los juicios de Nuremberg, donde Alfred Helmut Naujocks reconocido que fue él quien dirigió esta acción, que formó parte de una operación llamada Himmler para provocar una serie de supuestos ataques terroristas de grupos polacos en ciudades fronterizas con Alemania, para justificar la invasión.

El Incidente de Gleiwitz fue efectuado por un grupo de soldados de las SS, quienes usando uniformes polacos simularon un ataque a la radio y transmitieron un mensaje contra Hitler. La persona que fue encontrada muerta era un alemán que había sido detenido días antes acusado de ser pro polaco y que, se cree, había sido asesinado horas antes del hecho. Las SS llevaron el cadáver y montaron este ataque.

La operación, según revelaron los archivos nazis encontrados después de la guerra, señalan como autores intelectuales de esta estrategia a Reinhard Heydrich Heydrich y Heinrich Müller. La idea de Hitler era que Francia y el Reino Unido aceptaran la invasión a Polonia sin reaccionar. como ya lo habían hecho con Austria y Checoslovaquia.

La estrategia de las SS y la Gestapo no sirvió y el Reino Unido y Francia declararon la guerra a Alemania, desatando el mayor conflicto de la historia.

Después de su confesión Alfred Helmut Naujocks estuvo detenido en un campo de prisioneros de guerra y luego se transformó en un hombre de negocios en Hamburgo. Sacó provecho de su rol en la invasión a Polonia, haciendo llamar “el hombre que inició la Segunda Guerra Mundial”.

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