"Hey, ustedes, ¡agáchense!", gritó un policía a los espectadores de un concierto el domingo en Las Vegas. "¡Vienen disparos desde allá!", agregó. Entre la confusión y el caos por descubrir desde dónde provenían las balas, según un video revelado ayer, la policía intentó evacuar a algunos asistentes del festival de música country en la ciudad de los casinos. Mientras muchos gritaban, corrían y el pánico se apoderaba de la escena, un hombre señaló que lo que se escuchaba eran "fuegos artificiales". Pero en realidad se trataba de ráfagas que provenían del piso 32 del hotel Mandalay Bay. ¿El hombre detrás de la matanza?: Stephen Paddock, de 64 años y cuya acción, la mayor en su tipo en la historia de Estados Unidos, dejó a 58 personas sin vida, además de 500 heridos.
Paddock planificó de manera minuciosa la masacre del domingo. Entre octubre de 2016 y el pasado 28 de septiembre, compró 33 armas, la mayoría rifles, en Nevada, Utah, California y Texas. Y el jueves llegó al hotel en Las Vegas y pasó tres días con el cartel de "no molestar" en su pieza, por lo que nadie ingresó a ella. Los trabajadores del hotel están entrenados para buscar actitudes sospechosas, pero no vieron alertas, según Mandalay Bay. La policía dijo que tenía 10 maletines en su pieza, los que podrían haber sido utilizados para trasladar las armas.
El atacante prácticamente transformó su suite de dos habitaciones en una fortaleza. Tenía 23 armas, cientos de municiones y otros equipos. Según The New York Times, 12 de sus rifles poseían un dispositivo que permite disparar cientos de rondas por minuto, como una ametralladora. Eso explicaría el sonido de "fuegos artificiales" provocado. En general, señaló el periódico, esos dispositivos son legales.
Según fotografías de la pieza, al menos tres rifles AR-15 estaban en el suelo, junto con docenas de municiones de alto alcance, que pueden contener hasta 100 rondas de disparos. El Times señala que dos de los rifles estaban equipados con bípodes, lo que habría ayudado al atacante a matar a individuos específicos.
Además, Paddock creó sus propio sistema de vigilancia con la instalación de cámaras de video en la mirilla de su suite y en el pasillo, una de las cuales estaba en un carrito de servicio. Según la policía, las cámaras fueron colocadas para advertir la llegada de los oficiales.
Pero luego de romper dos ventanas con una herramienta similar a un martillo y abrir fuego a las 22:07 del domingo, la policía llegó hasta el piso 32 del hotel y Paddock disparó a través de la puerta, lo que hirió a un guardia de seguridad. Mientras un equipo SWAT se acercaba, se puso una pistola en la boca y se disparó, según The Washington Post. "Lo encontraron con sangre acumulada detrás de su cabeza (…) y una pistola cerca de su cuerpo", señaló ese periódico.
Dudas
Hasta anoche, se desconocían los motivos que tuvo Paddock para realizar el ataque. El FBI está solicitando ayuda a cualquier persona que se haya cruzado en su camino en las últimas semanas. Según sus familiares, no tenía ninguna afiliación política ni religiosa, a pesar de que el Estado Islámico se atribuyó el ataque. El FBI ha dicho que no existen pruebas que unan el hecho al grupo yihadista.
La policía está reconstruyendo pieza por pieza el perfil de Paddock, quien era fanático de los casinos y había vendido varias propiedades para generar dinero, según familiares. Una semana antes del ataque, el 25 de septiembre, envió a su pareja, Marilou Danley- a quien habría conocido hace algunos años mientras ella trabajaba de anfitriona en el Club Paradise en el casino Atlantis en Reno- a Filipinas, el país de origen de la mujer. Además, habría depositado cerca de US$ 100.000 en una cuenta bancaria filipina, aunque no se tiene claridad del motivo. La noche del martes, Danley, quien es considerada "persona de interés" por la policía, llegó a Los Angeles. Las autoridades esperan que coopere. También se indaga si Paddock planeaba un ataque previo en la ciudad.