La misión de Claudio Bravo en Barcelona: Reivindicar a los arqueros extranjeros
Desde mediados de los '90 que los porteros foráneos han fracasado en el elenco "culé". Antes, el chileno debe ganarle la titularidad a Stegen.
El gran aval para el arribo de Claudio Bravo a Barcelona es el actual director deportivo y ex arquero de los catalanes, Andoni Zubizarreta. Eso sí, hay una estadística negativa con los porteros extranjeros de los "culés": desde que el hoy directivo dejó el arco azulgrana, ningún sustituto extranjero ha podido triunfar. Peor aún: todos ellos han fracasado.
Tras la salida de Zubizarreta, el portugués Vítor Bahía fue fichado por Bobby Robson la temporada 1996-1997, siendo titular de la selección lusa. Sin embargo, su rendimiento no satisfizo al técnico y, como si fuera poco, tuvo el infortunio de lesionarse de gravedad.
Por lo anterior, Robson contrató al holandés Ruud Hesp, quien llegó a la ciudad condal en 1997. Sin embargo, su rendimiento tampoco fue sobresaliente, por lo que en 2000 abandonó el club.
Más tarde, para la temporada 2000-2001, el francés Richard Dutruel arribó a Barcelona después de buenas campañas con Celta. Eso sí, no pudo repetir en la tienda azulgrana las grandes jornadas que tuvo en Vigo, lo que terminó relegándolo a estar como tercer arquero, detrás del español Pepe Reina y del argentino Roberto Bonano.
Justamente Bonano, quien hasta hace algunas semanas fue asistente de Eduardo Berizzo en O'Higgins, llegó a Barcelona en la temporada 2001-2002 proveniente desde River Plate de Argentina. Y tras jugar sus primeros partidos, la crítica en España no tuvo piedad con el transandino, a quien lo calificaban de ser poco atinado en las salidas a cortar centros, además de tener un discreto juego con los pies.
Ya con la paciencia de los dirigentes azulgranas agotada por el discreto rendimiento de los arqueros extranjeros, en la temporada 2002-2003 fue contratado el alemán Robert Enke. Sin embargo, el germano tuvo un complicado paso desde el inicio: debutó en Liga en el minuto 70 ante Osasuna y recibió dos goles en los 20 minutos que jugó. Además, participó en la eliminación de la Copa del Rey a manos del humilde Novelda. Enke se suicidó el 10 de noviembre de 2009.
Y el último portero extranjero que tuvo Barcelona fue el turco Rüstü Reçber. El seleccionado de su país llegó al club azulgrana en la temporada 2003-2004, después de erigirse como uno de los mejores arqueros del Mundial Corea y Japón 2002.
Pero el entrenador holandés Frank Rijkaard no se convenció de Reçber, por lo que decidió darle la oportunidad a un novato Víctor Valdés. Este último fue el dueño del arco hasta el torneo que recién finalizó en España.
Ahora, Claudio Bravo tiene la posibilidad de reivindicar a los arqueros extranjeros de Barcelona, aunque primero deberá ganarle la titularidad al alemán Ter Stegen.
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