Una monarquía absoluta, un rey con decenas de herederos y una billetera abultada gracias a las ganancias del petróleo, son las principales características de la familia real de Arabia Saudita.
REY FUNDADOR
Abdul-Aziz Al Saud, quien unió tribus y fundó el reino que lleva su nombre, tuvo decenas de hijos -posiblemente más de 50- de varias esposas. El poder ha sido transferido entre ellos, de hermano a hermano, desde su muerte en 1953.
HEREDEROS
Con la muerte del rey Abdulá, el trono de Arabia Saudí pasa a otro hijo del fundador de la nación, Salman bin Abdelaziz, de 79 años.
Salman pertenece a la poderosa facción de la familia real conocida como los "Siete Sudairi", es decir los siete hijos que Abdelaziz tuvo con su esposa favorita, Hassa al Sudairi. Tanto ella como sus hijos crearon una red muy influyente en la casa real.
ABSOLUTISMO
En Arabia Saudita impera una monarquía absoluta y hereditaria sin partidos políticos, dotada desde 1992 de una Ley Fundamental equivalente a una Constitución, basada en la ley islámica, y de un Consejo Consultivo (Majlis al Chura) que incluye mujeres desde 2013. La familia real alcanza los 5.000 miembros, de los cuales, todos los hombres en edad adulta tienen un cargo de relevancia política, según estima la cadena CNN.
ECONOMÍA
Según datos entregados por France Press Arabia Saudita se ubica detrás de Venezuela por sus reservas de petróleo, con 265.800 millones de barriles (18% de las reservas mundiales).
Miembro de la OPEP, su producción ronda los 10 millones de barriles diarios (9,76 mbd en 2013) para una capacidad productiva oficial de 12,5 mbd.
Sus reservas de gas se estiman en 8,23 billones de m3. Mientras que su PIB/habitante alcanzó los 26.200 dólares (Banco Mundial, 2014).