Ahmed Omed Khpulwak, quien fue muerto en un ataque de militantes en la provincia afgana de Uruzgan, trabajó como reportero para el servicio en idioma pashto de la BBC. Su colega Dawud Azami, editor en el buró de Kabul del Servicio Mundial de la BBC, lo conocía desde hace casi tres años y recuerda a un hombre que estaba lleno de vida.
En la mañana del día de su muerte, Omed presentó un informe de noticias para la BBC.
"Estimados oyentes de la BBC", comenzó, "estoy en un distrito donde 1.700 nuevas viviendas se están construyendo. Los residentes de aquí dicen que ahora tienen trabajo y su ciudad se está reconstruyendo".
Más adelante en el día, Omed fue a la estación de radio y televisión en la capital provincial de Tarin Kowt, que también le servía de oficina. A menudo trabajaba allí, accediendo a internet y editando informes de radio.
Estaba ahí cuando atacantes suicidas y otros militantes lanzaron su ataque. Su hermano dice que él le envió dos mensajes de texto. El primero decía: "Me estoy escondiendo. La muerte ha llegado.". En el segundo, escribió: "Oren por mí si yo me muero." Por la noche, la familia de Omed asistió a su funeral. Dijeron que su cuerpo había sido alcanzado por 11 balas.
Al igual que muchos civiles afganos, estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado y lo pagó con su vida. Omed se había casado recientemente. Su hija tiene tres meses.
PRESENCIABA LA MUERTE
Omed tenía apenas 25 años, pero la variedad y la frecuencia de acontecimientos trascendentales en su vida le habían vuelto más maduro.
Era amable y sensible y podía sentarse en silencio durante mucho tiempo y escuchar. Pero al mismo tiempo era divertido. Contaba bromas que nos hacían reír a todos.
Omed presenciaba la muerte todos los días - me sorprendía que de alguna manera siempre se las arregló para mantenerse feliz a pesar de vivir en un entorno tan volátil.
Era consciente de lo que estaba pasando alrededor de él y quería compartir la información sobre su parte del mundo con los demás.
Del mismo modo, era muy cuidadoso en sus informes y, en particular, con la necesidad de defender los principios editoriales de la BBC y ser imparcial, equilibrado y preciso en la información.
Sus informes también llegaron a las audiencias de habla inglesa. En una ocasión emprendió un viaje de varias horas para hacer preguntas al gobernador de Uruzgan, en un programa especial destinado a poner de relieve que los problemas de seguridad estaban frustrando los esfuerzos de reconstrucción en ese país.
TERCER MUERTO
A veces me llamaba si un comandante insurgente le había amenazado por no informar de un ataque o de sus puntos de vista.
En otras ocasiones eran los funcionarios locales los que se quejaban.
Recuerdo cuando me dijo una vez que había tenido una discusión por teléfono con un comandante militante local.
Yo le pregunté qué había pasado y me respondió:.. "Le dije al comandante que fuera e hiciera lo que quisiera, que él no era Dios''.
En varias ocasiones, tuve que llamar al portavoz de los talibanes y a las autoridades afganas para explicarles nuestras políticas y directrices, y decirles que no debían culpar a los periodistas si algo no era cubierto.
Omed es el tercer periodista de la BBC muerto en Afganistán. Merwais Jalil murió en Kabul durante la guerra civil en la década de 1990. Abdul Samad Roohani fue muerto por pistoleros desconocidos en la provincia de Helmand, hace tres años.
Hace unos meses, visité el Newseum – el mundialmente famoso museo de las noticias y el periodismo en Washington - y su monumento a los periodistas muertos. Allá vi el nombre de Abdul Samad Roohani, junto al de otros colegas.
Nunca en mis peores pesadillas imaginé que el nombre de Omed sería añadido al monumento tan pronto.
Le sobreviven sus padres, su esposa y su bebé, su hermano mayor y tres hermanas.