"Le quiero dar las gracias. Por usted pude salir del clóset. Decir que soy heterosexual y defender mis derechos y valores". Así cuenta Marcela Aranda, vocera del "Bus de la Libertad", que uno de sus adherentes le agradeció por realizar la controversial iniciativa que la dio a conocer esta semana.
Pero, la directora del Observatorio Legislativo Cristiano también ha ganado muchos detractores, incluso ha dicho que recibió amenazas de muerte después de toda la visibilidad que ha adquirido.
Sloganes como "#Conmishijosnosemetan" y "- Estado + Familia" lució el bus de color naranja en su paso por Santiago y Valparaíso. Pero esos mensajes no surgieron recientemente, son consignas que desde hace años defienden Aranda, y su marido Christian Yunge, ambos evangélicos y activistas en contra de lo que llaman la "ideología de género".
"El Observatorio Legislativo Cristiano nació como respuesta a esta batería de proyectos de ley, hace cuatro años. Empezó en lo informal a finales de 2013 y continuamos trabajando hasta el día de hoy", explica Aranda, quien agrega que actualmente siguen 61 proyectos. También cuenta que el equipo lo componen nueve personas, entre abogados, profesores y psicólogos.
A pesar de que las ideas que defienden tienen origen en sus creencias espirituales, Aranda se niega a profundizar en ellas y señala que la organización "no nació como parte de un movimiento cristiano, ni de una iglesia, es absolutamente autónomo".
Pese a esto es posible encontrar en la web declaraciones realizadas al canal de Youtube Espiritual Television donde la vocera del "bus" afirmaba que "trabajamos con leyes que tienen algún carácter relevante para Dios. La Palabra dice que Dios que vino a deshacer las obras del diablo, y básicamente esa es nuestra misión".
Este trabajo la ha hecho conocida en los pasillos del Congreso, donde se le identifica como asesora legislativa en temas como diversidad sexual, despenalización del aborto en tres causales e identidad de género. Quienes la conocen coinciden en que su carácter y poder de persuasión logra enganchar hasta los más escépticos.
"He asesorado a muchos parlamentarios, ninguno en específico. Soy muy amiga de algunos de ellos, pero eso es parte de mi vida personal", señala tajante Aranda, negándose a mencionar a algún legislador.
Alguien que recuerda a Aranda en el Congreso es Luis Larraín, ex presidente de Iguales. "Se acercaba a mí y me hablaba con argumentos llenos de eslóganes. Era muy difícil conversar con ella porque no buscaba el diálogo, y no quería escuchar, sino instalar frases", dice. Pese a que los organizadores califican la venida del bus como un éxito, Larraín opina que "fue una semana triste. Sentía que estábamos retrocediendo y teniendo discusiones básicas. Nunca antes había recibido tantos insultos".
Las redes políticas que Aranda logró construir como asesora en el Congreso son las que explicarían, según otros asesores legislativos, que haya podido trabajar en el gobierno regional de Valparaíso y luego fuera contratada por el Ministerio de Salud, donde se desempeñó en la unidad de Gestión y Proyectos, recibiendo un sueldo de $ 1 millón 300 mil, pero según transparencia sólo contaba con educación media.
Frente a las críticas que se levantaron por ese hecho, Aranda, aclara que "estudié Pedagogía en Educación Básica en la U. Católica y también Pedagogía en Danza. Por razones personales no terminé, pero actualmente estudio trabajo social. Además, fui certificada por mi expertiz por organismos chilenos".
Respecto a sus próximos pasos ahora que ya concluyó la visita del bus, explica que "ahora mismo, me voy a Puerto Montt. Nuestro objetivo es informar a la gente y que sepan realmente cómo están votando sus senadores y diputados".