Ciento diecisiete años cumplió la italiana Ema Morano, la mujer más longeva del mundo, y la última sobreviviente conocida del siglo XIX.

Este martes celebró su cumpleaños acompañada de amigos y familiares en su casa de Verbania, una localidad ubicada en el norte de Italia. Actualmente es cuidada por dos sobrinas, ya que sus otros 7 hermanos, de los que ella es la mayor, están muertos.

Al haber nacido en 1899, Morano es la única persona cuya vida ha transcurrido por tres siglos: XIX, XX y XXI. Se convirtió en "decana de la humanidad", y en la Universidad de Harvard estudian su ADN.

Muy independiente, conservó su autonomía hasta los 115 años, a pesar de que ya no salía de su casa desde hacía 20 años. Además, lleva un año postrada en cama y necesita de una auxiliar de enfermería a tiempo completo.

El médico también la visita, al menos, una vez a la semana.

Su espíritu se mantiene alerta pero oye muy mal, se expresa con dificultad, ve muy mal como para mirar la televisión y pasa gran parte del día durmiendo. Sin embargo, sigue una dieta muy peculiar: casi no come verduras, consume al menos un huevo crudo al día y es fanática de la carne.

En una entrevista el año pasado, Ema Morano atribuyó su longevidad a la separación de su marido en 1938, un hombre violento, poco después de la muerte de su único hijo. En esa oportunidad contó que el gran amor de su vida participó en la Primera Guerra Mundial, pero nunca regresó.

"Estoy muy bien, estoy muy bien y durante mucho tiempo así será, estaré con ustedes", prometió el año pasado cuando cumplió 116.