En un planeta como Venus, las condiciones no son óptimas para la vida humana: posee una atmósfera densa, compuesta en su mayor parte por dióxido de carbono y una pequeña cantidad de nitrógeno. Al nivel de su superficie, la presión es 90 veces superior a las condiciones terrestres y sólo se comparan con estar sumergido en el agua a una profundidad de un kilómetro.

Aún así, la Nasa estaría considerando la posibilidad de Venus, y no de Marte, para una misión espacial tripulada. Para ello, utilizaría dirigibles con helio impulsados por energía solar que se ubicarían a unos 50 kilómetros de la superficie, creando una especie de "ciudad flotante" donde los humanos puedan tener una residencia permanente.

El proyecto, llamado Concepto Operacional de Venus de Gran Altitud (HAVOC), se iniciará con cinco fases: exploración robótica para analizar la calidad del agua; con tripulación para orbitar durante 30 días; con tripulación a la atmósfera durante 30 días; con tripulación a la atmósfera por un año y presencia humana permanente.

En cuanto a la ciudad flotante de dirigibles, ubicarlos en esa posición les permitirá absorber más la luz del sol que en Marte, la presión y temperatura son menores (75ºC), los niveles de radiación son similares a los de Canadá y la gravedad es ligeramente inferior que la Tierra.

Los astronautas tendrán un hábitat y un vehículo para salir de la atmósfera y regresar a la Tierra, y un viaje de ida y vuelta durará 440 días, comparados con los 900 días a Marte. Según Dale Arney y Chris Jones de la agencia espacial, todos estos factores hacen que sea más práctico enviar humanos a Venus antes de embarcarse en una misión a Marte.

Aún no existe una fecha tentativa de lanzamiento.

Fuente: NASA's Systems Analysis and Concepts Directorate at Langley Research Center, IEEE