La exitosa misión Rosetta de la Agencia Espacial Europea le abrió el apetito a la Nasa. Es por ello que anunció un leve retraso en la desición que final buscará capturar un asteroide y ponerlo en órbita alrededor de la Luna en 2019.
Recordemos que el plan de la Nasa contempla dos alternativas: la captura del objeto de unos 30 metros de diámetro, o aterrizar en la superficie de uno de mayor tamaño para luego excavar y remover un trozo. En ambos casos, será remolcado de vuelta a la Luna y puesto en órbita para ser analizado por astronautas que traerán de vuelta a la Tierra algunas muestras para su estudio.
Entre las conclusiones que se esperan del experimento se encuentran la defensa contra meteoritos, aprender más sobre su composición y evaluar los riesgos de una misión a Marte.
El retraso se debe a que los investigadores aún se encuentran debatiendo sobre las dos posibilidades antes descritas. Si bien la primera opción es más "simple", el hecho de aterrizar y remover un trozo del asteroide parece entregar más respuestas a la misión, en cuanto a lo que es posible aprender expediciones futuras.
Aún así, se espera que el veredicto final se entregue a principios de 2015, sin retrasar en lo absoluto la misión a ser lanzada en 2019.