La inspiración para la película vino del pasado. En la segunda mitad del siglo XIX, en algunos lugares de Rusia existía la costumbre de fotografiar a quienes habían muerto recientemente, haciendo como si todavía estuvieran vivos. Eso llamó la atención del director ruso Svyatoslav Podgayevskiy, quien usó esa tradición como la base de la película de terror La novia, estrenada en su país de origen a principio de año, transformándose en un éxito de taquilla. De hecho, fue la cinta de ese género más popular en la historia de ese país.
La historia, que sigue a una pareja atormentada por el diabólico espíritu de una novia fallecida y fotografiada para un oscuro ritual hace cien años, fue adquirida para su distribución en decenas de mercados a nivel mundial, llegando mañana a las salas chilenas (en inglés con subtítulos en español). "Creo que, siendo que se va a estrenar en 30 países, el hecho de que tiene un atractivo internacional está comprobado", dice el director de la película desde Rusia.
Podgayevskiy cuenta que siempre tuvo un interés en las tradiciones populares de su país, llegando a involucrarse en investigaciones profesionales. "Me topé hace algunos años con un artículo de una revista que hablaba de la historia de los matrimonios en Rusia. Quedé sorprendido de enterarme que, hasta no hace tanto, una boda no era nada positivo para las novias. Tenían que pasar por hasta tres días de actividades tediosas y la ceremonia parecía más un funeral. Comencé a averiguar más sobre ese contexto histórico, y terminé como asesor en una investigación de la Universidad Humanitaria de Moscú", explica el cineasta, agregando: "Me enteré de unos mitos eslavos que decían que en esta etapa de 'transición', en donde las mujeres eran novias pero aún no esposas, eran particularmente peligrosas para las mujeres, ya que estaban más expuestas a ser poseídas por espíritus malignos. Y eso es algo con lo que juego en la película. La historia refleja de cierta forma la sociedad moderna, en donde muchas mujeres en Rusia están educadas para querer casarse más que cualquier otra cosa en la vida".
El cineasta reconoce que la tradición del terror en la pantalla grande de su país no es muy extensa, por motivos históricos. "Nací y crecí en la Unión Soviética, donde por política del gobierno no se podían hacer este tipo de películas. Pero cuando los VHS se popularizaron a mediados de los 80, uno se podía hacer de algunas 'cintas prohibidas', como películas de terror (o pornográficas). La primera cinta así que pude ver fue El ansia, con David Bowie y Catherine Deneuve. Me acuerdo que tuvo un gran impacto en mí, apenas podía dormir de noche", explica Podgayevskiy. "Con La novia nos inspiramos bastante en el terror al estilo Blumhouse -actualmente uno de los estudios del género más importantes de Hollywood-. Pero aquí (en Rusia) no tenemos tantos exponentes, y claramente en Estados Unidos dominan la industria en ese sentido. Pero lo que se ha dado en Rusia es promisorio. Si en algún momento fue el horror japonés el que estalló y se puso de moda, ¿por qué no el ruso?".