La nube negra de Sebastián Pol
El ariete de San Marcos de Arica sufrió una grave lesión el pasado domingo, la que se suma a una larga lista de infortunios.

Iban nueve minutos del partido entre San Luis y San Marcos de Arica cuando el delantero Sebastián Pol cayó al piso. Con evidentes gestos de dolor en su rostro el argentino se tomaba su rodilla mientras abandonaba la cancha del Lucio Fariña. Ayer se confirmó el peor diagnóstico: rotura de ligamentos cruzados. Una nueva desgracia en la carrera del goleador.
Nacido en Tunuyán, sus inicios fueron acelerados. Con 17 años, y estando en las divisiones inferiores de San Lorenzo de Almagro partió al Pachuca. Con los mexicanos no pudo debutar, porque no tenían cupo para extranjeros. Lo enviaron a préstamo al Cartaginés de Costa Rica, equipo con el que hizo su debut como profesional y anotó sus primeros goles.
Su buen desempeño con los centroamericanos le abrió las puertas de Europa. Llegó al Torino de Italia, pero al no tener pasaporte comunitario fue transferido al CS Mioveni de Rumania. Con los rumanos tenía un contrato por tres años, pero se fue luego de un semestre por sueldos impagos.
Volvió a Argentina a mediados de 2008 y, al no encontrar lugar en el fútbol profesional, instaló una tienda de ropa. Tras unos meses retirados relanzó su carrera en las ligas menores del país trasandino. Su buen rendimiento le permitió llegar a Bolivia y posteriormente a Chile en 2012, para defender los colores de Cobreloa. Con los loínos, tras un flojo arranque, logró consolidarse. Fue el goleador del equipo con 11 tantos en el Transición 2013, torneo en los de Calama terminaron terceros. Él mismo confesó que habían clubes grandes interesados en su pase.
Finalizado ese certamen, Pol se fue a jugar con Santiago Wanderers. Tuvo un buen inicio, con muchos goles, pero una desafortunada jugada marcó su paso por el cuadro caturro: en un partido contra Universidad Católica barrió por atrás al defensor Marko Biskupovic y le provocó una fractura expuesta en su tobillo izquierdo. El atacante se tomaba la cabeza, no lo podía creer. "Fue el peor momento de mi carrera, me sentí muy mal por lo que pasó. No fue con mala intención. Fue una jugada desafortunada que me sorprendió. Estuve muy mal, un tiempo largo sin salir", contó.
Una lesión en su dedo gordo, su descenso goleador y supuestos problemas de indisplicina allanaron su salida del club porteño. Su siguiente estación fue Audax Italiano. Mientras jugaba por los floridanos, sufrió una fea experiencia. Con su compañero Pablo López había ido a realizar trámites a un banco y a la salida fueron atracados por un grupo de asaltantes.
"Bajó Pablo y luego bajó el muchacho de la camioneta. Cuando yo bajo, sale desde atrás de la camioneta una moto con dos personas y una me agarra y nos apunta gritando donde está el bolso. No sabíamos qué hacer, estábamos en shock, podían disparar y allí agarraron un bolso y salieron los dos de la moto más los tipos de la camioneta. Todo esto fue tras salir del banco, sabían que nosotros justo teníamos una plata a depositar. Fue terrible, en ese momento pensamos que no llegábamos a casa porque estaban con un arma", relató Pol, quien perdió cinco millones de pesos en el atraco.
Luego de un año y medio en el que nunca pudo afiatarse con los itálicos, Pol emprendió rumbo al extremo norte del país el pasado verano. Su nuevo equipo sería San Marcos de Arica. Su bienvenida a la Ciudad de la Eterna Primavera, eso sí, no fue de lo más amable.
La noche del 26 de enero, mientras realizaba compras en un supermercado, delincuentes rompieron la ventana de su auto para extraerle sus pertenencias.
Pol, de 28 años, estará seis meses fuera de las canchas. Al menos ya sabe lo que es estar en situaciones adversas y darles la vuelta.
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