Un total de 200 productos alimenticios locales y sus formas tradicionales de producción aparecen en riesgo de desaparecer en Chile, según el catastro levantado por la Universidad de Concepción, en el marco del proyecto "Arca de Los Sabores -Chile". Esta iniciativa forma parte de un movimiento mundial que promueve el movimiento Slow Food, con sede en Italia, para censar los productos tradicionales en peligro de extinción.
En Chile esta especie de cruzada la encabeza el Ministerio de Cultura, con fondos de Corfo y el movimiento internacional Slow Food. En conjunto ejecutan un proyecto destinado a proteger los alimentos amenazados por la industrialización, el daño a los ecosistemas, donde se generan, la moda de la comida rápida y la pérdida de las costumbres ancestrales en la cocina que impone la modernidad.
La antropóloga a cargo del proyecto, Noelia Carrasco, asegura que esta iniciativa también "creará capacidades en las localidades para el turismo culinario, basado en la protección de este patrimonio".
Por su parte el ministro de Cultura, Luciano Cruz-Coke, señaló que esta iniciativa complementa los catastros de locales gastronómicos, recetas y productos alimentarios que impulsa el Consejo de la Cultura "para revelar el rico patrimonio culinario de nuestro país", puntualizó.
Entre los productos y recetas nacionales que están en riesgo y postulan a integrar este catastro internacional destacan alimentos como el arrope de chañar, y la forma ancestral de preparar el charqui de alpaca o la pescada seca, entre otros. La miel de madroño es muy escasa por la acción de la actividad forestal en el Itata, así como también el ajo de Chiloé, el manjar de leche de cabra, tradicional del Norte Chico; la uva país y la quinoa en sus diversas preparaciones.