Fue una decisión tomada contra la corriente. Volver a ejercer la profesión de arquitectos a Olot, esa pequeña ciudad de 34 mil habitantes en la provincia de Girona, donde los tres nacieron, en lugar de radicarse en las urbes de Madrid, Barcelona o Valencia parecía algo ilógico en 1988. Sin embargo, fue esa apuesta la que definiría una obra que hoy se aprecia por su poética sencillez y conexión sensible con el paisaje que la rodea.
Ayer, la amistad y el trabajo colaborativo por más de 30 años rindió sus frutos definitivos: la oficina catalana RCR, compuesta por Rafael Aranda (1961), Carme Pigem (1962) y Ramón Vilalta (1960), fue reconocida con el Premio Pritzker, sindicado como el Nobel de la Arquitectura y anunciado ayer en Chicago por Tom Pritzker, presidente de la Fundación Hyatt, que patrocina el premio, que el año pasado recayó en el chileno Alejandro Aravena.
Esta es la primera vez que tres arquitectos reciben el galardón -en el pasado se había reconocido a duplas como la de los suizos Herzog & Meuron en 2001 y los japoneses Sejima & Nishizawa en 2010- y es la segunda vez que recae en autores de origen español, luego de que el premio se le entregara a Rafael Moneo en 1996.
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La oficina catalana RCR está compuesta por Rafael Aranda (1961), Carme Pigem (1962) y Ramón Vilalta (1960)[/caption]
"El respeto por lo que existe y la convivencia entre lo local y lo universal", fue una de las explicaciones que lanzó el jurado y específicamente el presidente Glenn Murcutt agregó: "Han demostrado que la unión de un material puede prestar la increíble fuerza y simplicidad a un edificio. La colaboración de estos tres arquitectos produce la arquitectura inflexible de un nivel poético, que representa el trabajo atemporal que refleja un gran respeto por el pasado, al tiempo que proyecta la claridad que es el presente y el futuro".
La ceremonia de entrega del premio - US$ 100 mil y una medalla de bronce- se realizará el 20 de mayo en la Casa de Estado, el Palacio Akasaka en Tokio, Japón, luego que otras ediciones se realizaran en el Palacio Versailles en Francia, la Casa Blanca, en Washington D.C, o el Castillo de Praga en República Checa.
Soñar desde las raíces
Todos provienen de la clase media española: el padre de Aranda era obrero en Málaga; el de Vilalta, profesor de dibujo, y la madre de Pigem, locutora de radio en Olot, 103 kilómetros al norte de Barcelona. Y los tres arquitectos compartieron aula en la Escuela de Arquitectura en Valles (Escola Técnica Superior d'Arquitectura del Vallès) para fundar una oficina conjunta en 1988, que se ha caracterizado sobre todo por obras que se vinculan fuertemente con su entorno. "Hemos labrado nuestro propio camino tal como lo hemos sentido, no siguiendo maneras determinadas de pensar o hacer", explicó Vilalta en una entrevista publicada ayer en el sitio especializado chileno ArchDaily.
Aunque comenzaron experimentando con casas para clientes corrientes, hoy tienen una obra que suma edificios públicos y privados, e instituciones culturales y educativas, la mayoría en España. Entre estos se cuenta el restaurante Les Cols Carpa (Olot, Girona, 2011); Le Petit Comte, un jardín infantil en colaboración con Joan Puigcorbé (Besalú, Girona, 2010); la Bodega Bell-Lloc (Palamós, Girona, 2007); la Biblioteca Sant Antoni - Joan Oliver (Barcelona, 2007), y la Pista de atletismo Tossol-Albahaca (Olot, Girona, 2000).
En los últimos años, se suman la Cuisine Art Center (Nègrepelisse, Francia, 2014), el Museo Soulages en colaboración con G. Trégouët (Rodez, Francia, 2014), y Teatro La Lira, un espacio abierto al público en colaboración con Joan Puigcorbé (Ripoll, Girona, España, 2011).
Su trabajo ha sido reconocido por ser capaz de evocar una identidad universal a través de un uso creativo y extenso de diferentes materiales modernos, desde el acero, pasando por el vidrio y el plástico reciclado, generando diálogos entre el exterior y el interior. Y aunque su oficina es pequeña comparada con la resonancia de otras españolas, en su país y en el extranjero ya han sido ampliamente premiados: en 2005 recibieron el Premio Nacional de Cultura en Arquitectura que otorga el gobierno de Cataluña; en 2008 y 2014 obtuvieron la Orden Nacional al Mérito de Francia; en 2010 se convirtieron en Miembros Honorarios del Instituto Americano de Arquitectura; en 2012, fueron nombrados Titulares Internacionales del Instituto Real de Arquitectos Británicos, y ganaron la Medalla de Oro de la Academia Francesa de Arquitectura en 2015. El Pritzker viene a coronar una trayectoria consolidada y en constante ascenso que desde hoy podría internacionalizarse aún más, sin dejar de lado la mirada local.
Así lo afirmó el propio jurado del Pritzker, que destacó que Aranda, Pigem y Vilalta nos demuestran que es posible que "nuestras raíces estén firmemente asentadas y nuestras ramas extendidas hacia el resto del mundo".
Ellos ya lo intuían a fines de los 80: "Olot nos ha dado ha dado un cierto aislamiento. Nos hemos dedicado a trabajar con mucha ilusión y nuestra voz ha sido nuestra obra. Lo que nos interesa es imaginar y construir. Los arquitectos somos constructores de sueños", afirmó Rafael Aranda al diario El Mundo en 2014.