Barrio Meiggs. Corre la segunda semana de diciembre y son las dos de la tarde en este barrio de la comuna de Santiago. Según cifras de Carabineros, 120 mil personas llegan ahí cada día en las jornadas previas a Navidad. La temperatura es de 32° Celsius, pero en el pavimento la gente siente dos grados más, sobre todo las decenas que caminan lentamente y llenos de bolsas por la misma calle Enrique Meiggs o por Salvador Sanfuentes.

Cerca de ellos, un vendedor grita "heladita el agüita", mientras levanta una botella de medio litro totalmente congelada. Los santiaguinos, entre agobiados y apurados, se dividen para poder comprar el agua y el regalo del momento, que este año está entre el Furby, un muñeco mezcla de ratón y murciélago, y las muñecas Monster High, unas figuritas que vienen vestidas de vampiro, zombie, entre otros. La gente comienza a quejarse con frases del tipo "esto está insufrible".

"Los autos no pueden pasar y ellos lo saben. No porque nosotros cortemos el tránsito, sino porque no pueden. Sería mucho mejor que el barrio fuese peatonal, pero la ciudad ya se hizo", explica el coronel Alvaro Fuenzalida, de la Prefectura Oriente de Carabineros.

La situación es similar todos los años. La enfermera Camila Pizarro dice que siempre se repite la misma historia cuando viene, durante días de semana, para adelantar sus compras a este barrio. "Trato de llegar tipo 11 de la mañana, cuando no hay tantas personas, pero la verdad es que cada año la gente se está adelantando más. Las veredas llenas de gente, se camina lento y el calor es insoportable", dice.

La descripción de Pizarro también se aplica a otros barrios comerciales, como Patronato, Apumanque, el centro de Santiago y la comuna de Providencia.

En la zona de Recoleta, por ejemplo, es evidente cómo este problema no sólo afecta la armonía del barrio: también genera congestión vehicular. Es común observar que los automóviles no pueden circular en calles como Manzano o la misma Patronato por la gran cantidad de personas.

Según Carlos Abuslesme, presidente de la Cámara de Comercio de Patronato, para las vísperas navideñas, la cantidad de personas que ingresa al barrio aumenta al doble. Si en un día normal llegan 30 mil santiaguinos, durante Navidad son casi 70 mil. "Aumenta mucho el comercio de detalle en diciembre. No es el mes que más vendemos, pues nuestro fuerte está en noviembre, pero es donde más tenemos atochamientos, congestión y problemas de seguridad dentro del barrio", comenta.

En Providencia, en tanto, circulan durante esas fechas aproximadamente 260 mil personas. Casi todas concentradas en el sector de Lyon con Providencia, donde se encuentran la mayoría de las casas comerciales y lugares como el Portal Lyon o los Dos Caracoles. Ahí lo más conflictivo es el cruce semaforizado, que congrega a muchas personas en una esquina muy pequeña.

El comercio del sector trabaja con Carabineros un plan de contingencia para estas fechas, que contempla el aumento de 200 uniformados para lugares como Costanera Center, Parque Arauco, Metro Escuela Militar y Apumanque. Providencia, eso sí, se lleva la mayor parte del contingente, con 120 oficiales. "Nosotros recomendamos que para estas fechas la gente salga planificada, sabiendo lo que va a comprar, con bloqueador solar y harta hidratación", agrega Fuenzalida.

Según Sectra, en Santiago se realizan 10 millones de viajes a pie por día, lo que representa un 37% de los traslados dentro de Santiago, lo que para el gerente general de la consultora UyT es un porcentaje que no está siendo considerado por los urbanistas que forman calles en Santiago.

"La ciudad creció y las veredas siguen siendo pequeñas. Las personas caminan por las calles porque no hay espacios", explica.