Hablar de Paco Jémez (46), flamante técnico español del Cruz Azul mexicano desde el pasado 28 de noviembre, es hablar de un esforzado zaguero central que llegó a ser seleccionado; pero también de un entrenador con 11 años de trayectoria en el fútbol profesional español. Un DT controvertido, con una propuesta de juego ofensiva, muchas veces temeraria, capaz de superar en posesión a un Barcelona que lo goleó, sin pelos en la lengua, pero con un comportamiento desconcertante y bipolar en el diálogo: muestra aversión en ocasiones y se suelta en otras, capaz incluso de contestar mientras toca la guitarra. Abordarle es una moneda al aire.
El estratega cordobés, hijo de un cantaor de flamenco, ya las ha tenido calientes en México. Al segundo partido en Cruz Azul, tras la primera derrota, escuchó cómo un periodista le preguntó si había llegado a Cruz Azul "para levantar al equipo o para hundirlo". Paco preguntó si había alguna pregunta más, "inteligente, me refiero", se paró y se fue. El mismo hombre que dirige a tres seleccionados chilenos: Martín Rodríguez, que disfruta de algo de protagonismo (224 minutos en cuatro encuentros). Silva (60', saliendo siempre desde la banca) y Roco (que no ha llegado siquiera a saltar al campo).
No estaba mal intentar descubrir en qué consiste el diálogo con personaje tan singular.
Hola Paco. Te escribe Denís Fernández, periodista español afincado ahora en Chile. ¿Cómo estás?
Bien. Gracias.
Me gustaría poder charlar contigo unos minutos.
Lo siento, pero todas las entrevistas tienen que coordinarse con la jefatura de prensa del club.
En caso de que lo vean bien, ¿podría llamarte hoy mismo? No te robaré más que 10 minutos.
No creo que vaya a ser tan rápido, pero habla con ellos.
Conseguir la entrevista finalmente lleva diez días de cruce de mensajes por WhatsApp, evasivas e insistencias, mediación del departamento de prensa del club, un intento fallido de comunicación y, al fin, el frente a frente telefónico. La conversación no duró mucho, eso sí.
Lleva dos meses en México como técnico de Cruz Azul. ¿Cómo los definiría?
Estoy muy contento. Adaptándome a un lugar nuevo, a un país nuevo y a un fútbol nuevo. Me encontré con un equipo que necesitaba algunos cambios y creo que aunque todavía nos faltan algunas cosas las sensaciones son positivas. Me han recibido bien en México, me han tratado fenomenal y estoy encantado de estar aquí.
"Tontos hay en todos lados, y pobrecitos, y hay que atenderlos igual, pero una cosa es que sean tontos y otra que sean maleducados. Eso yo no se lo voy a permitir a nadie".
El equipo suma una victoria, dos empates y dos derrotas; cinco puntos en cinco fechas. ¿Qué diría que es lo que está fallando?
Nos está fallando la definición. Hemos sido ampliamente superiores a la mayoría de nuestros rivales, hemos sido capaces de generar muchísimas ocasiones de gol, pero no hemos sabido aprovecharlas. Creo que eso está siendo lo único, porque a poco que seamos capaces corregir eso el equipo va a empezar a ganar partidos. Porque somos un equipo que defiende bien, que lleva la iniciativa y que es capaz de generar, como te dije, muchísimas ocasiones.
Pude leer que toca la guitarra para liberar estrés. ¿Ha tenido que tocar más de la cuenta en los últimos tiempos?
No, no, porque yo estrés por las cosas que se digan fuera, no tengo. Vivo muy tranquilo. No toco ni más ni menos que otras veces. Toco cuando me apetece. No estamos viviendo además una situación nueva o diferente como para hacer eso.
Tuvo ya dos encontronazos con la prensa desde su llegada al club. En uno le acusaban de haber venido a hundir el equipo y en el segundo ponían en duda el compromiso de sus jugadores. ¿Cuál le dolió más?
A mí no me van a hacer daño ese tipo de cosas. Las acusaciones sin respeto no te pueden hacer daño. Tontos hay en todos lados, y pobrecitos, y hay que atenderlos igual, pero una cosa es que sean tontos y otra que sean maleducados. Eso yo no se lo voy a permitir a nadie. Sobre todo cuando son mentiras. Como con el compromiso, porque somos el equipo de la Liga que más corre, ahí están las estadísticas. Son preguntas malintencionadas que uno que está ahí tampoco las puede dejar pasar.
¿Se arrepiente de su reacción?, ¿de haber caído en el juego?
Yo puedo aceptar todo tipo de críticas, pero no que me tomen por tonto, y las faltas de respeto y las mentiras no se las aguanto a nadie. Yo soy una persona transparente y no me tengo que esconder detrás de un periódico ni detrás de nada para decir lo que pienso.
¿Siente que hundió a algún equipo, que era de lo que le acusaban en aquella conferencia?
¿Cómo?
La primera crítica que le hicieron era que había venido usted a hundir al equipo…
¿Qué tipo de entrevista es ésta?
Una entrevista de actualidad, sobre su presente en Cruz Azul y sobre el presente del equipo
¿Me tocas los cojones toda la semana para hacerme esta mierda de preguntas? Se acabó la entrevista.
Podemos pasar a la siguiente pregunta, si prefiere
No. Se acabó la entrevista.
(Cuelga el teléfono)
"¿Me tocas los cojones toda la semana para hacerme esta mierda de preguntas? Se acabó la entrevista".
Paco, no era mi intención ofenderte.
Te agradecería que no me molestases más. Borra mi teléfono y no me llames más en tu vida.
Pero es que no entiendo por qué te enfadaste. Te preguntaba por un tema que había sucedido, sin faltarte al respeto. Creo que no lo hice en ningún momento.
Que no me molestes más. ¿Qué parte no entiendes?