La Organización de Estados Americanos (OEA) denunció hoy que en las elecciones parlamentarias del domingo hubo compra de votos, una problemática que calificó como de "fondo" y una forma de "burlar" normas electorales.
En tanto, el Presidente colombiano Alvaro Uribe pidió investigar al jefe de la máxima autoridad de la organización electoral de Colombia, porque habría permitido el consumo de licor en la entidad durante los comicios.
La compra de votos, una práctica castigada con multa o hasta siete años de prisión, se produjo en al menos seis de los 32 departamentos del país, indicó en rueda de prensa el chileno Enrique Correa, jefe de la Misión de Veeduría Electoral de la OEA.
"Es un fenómeno de fondo y esto significa, naturalmente, un modo de burlar las normas del financiamiento electoral", dijo Correa.
La Misión, que estuvo en 16 departamentos, detectó esa práctica en provincias como Atlántico, Bolívar y Magdalena, al norte del país, Cundinamarca, en el centro, así como el sureño departamento de Nariño y en Norte de Santander, al noreste.
Citó que, por ejemplo, algunos de los miembros de la Misión, integrada por 70 personas, detectaron en la zona de Palermo, una localidad del departamento de Magdalena, "una vez que la gente había votado le indicaban hacia dónde dirigirse para cobrar" su dinero, aunque no precisó el monto.
En el municipio de Soledad, departamento de Atlántico y a 700 kilómetros al norte de BOgotá, cambiaban "votos por becas de estudio para alumnos", aseguró.
En el puerto de Girardot, en el departamento de Cundinamarca y a 90 kilómetros al suroeste de la capital colombiana, "pagaban 20.000 pesos (un poco más de US$ 10) y un sandwich por un voto".
Según Correa, los casos de compra de votos fueron verificados personalmente por su equipo de trabajo.
Pese a las denuncias, la OEA no consideró ilegítimos los comicios del domingo.
"Nosotros consideramos (que) esta elección transcurrió en promedio normalmente", dijo.