La Organización de los Estados Americanos (OEA) levantó la suspensión de Honduras, establecida en julio del 2009, poco después del golpe que derrocó al entonces Presidente, Manuel Zelaya.
La resolución fue aprobada por 32 votos a favor y uno en contra, de Ecuador. Venezuela, por su parte, votó a favor pero "con reservas". Honduras no votó, pero un enviado del presidente Porfirio Lobo fue inmediatamente invitado a ocupar su banca en la mesa del consejo permanente de la OEA, en Washington.
La solicitud del canciller venezolano Nicolás Maduro realizada a puertas cerradas con la canciller colombiana María Angela Holguín, y el secretario general José Miguel Insulza para incluir el juzgamiento de los golpistas en el proyecto de resolución provocó un retraso de tres horas en el comienzo de la sesión extraordinaria, lo cual llevó a la secretaria de Estado Hillary Clinton a cancelar un discurso que tenía previsto.