El estudio, realizado por la agencia de noticias Reuters, examinó 24 países para tratar de descubrir los criterios para vestirse correctamente en la oficina y se encontró con más de una sorpresa.

Si usted es hombre de camisetas y jeans, le conviene poner atención a algunas estadísticas. Según la encuesta de Reuters, su interés está en solicitar trabajo en Hungría, donde apenas un 12% de la gente se viste de manera formal para ir a la oficina.

India nos presenta el caso contrario, porque seis de cada diez personas en ese país se visten de punta en blanco antes de llegar a su escritorio.

Al parecer, los europeos son los más descuidados al momento de vestirse para el trabajo, mientras que los surcoreanos, chinos, turcos y árabes sauditas tienden a hacer un esfuerzo para parecer más presentables.

DIFERENCIAS

Si entre sus planes para el verano figura vestir shorts en la oficina, sepa que casi la mitad de los autralianos encuestados dijo que sí lo harían, sin cargo de conciencia alguno.

Sin embargo, y contrariamente a lo que se esperaría, sólo el 10% de los brasileños estuvo de acuerdo con ellos.

Los rusos tambien están en desacuerdo, aunque, citando al periodista de la BBC Jonny Hoggs, con la ola de calor que caldea Moscú, la tentación debe ser enorme.

CARRERA
¿Y qué es lo que ocurre cuando usted tiene mayores aspiraciones profesionales?.

Alrededor de dos tercios de los consultados piensan que los mandos altos deben vestirse más elegantemente que los subalternos.

Sin embargo, en Suecia, hay menos probabilidades de ser juzgado por lo que uno lleva puesto cuando se trata de ascender.

Pero en Francia y Arabia Saudita, usted puede que encuentre que los corredores del poder le dan con la puerta en las narices si se le ocurre ponerse lo primero que encontró esa mañana dentro del ropero.

Dos preguntas subsisten respecto a la encuesta. La primera es si ésta se aplicó tanto a varones como damas.

La segunda es si los encuestadores, en estos tiempos de recesión económica y reducción presupuestaria, habrán planteado la interrogante fundamental: para ir a la oficina, ¿usted se viste como quiere o como puede?.