La ONU alertó hoy de la tragedia humanitaria que se vive en la localidad iraquí de Sinyar y otras zonas cercanas, tomadas por los yihadistas del Estado Islámico (EI) y ubicadas en el norte de Irak, de donde han huido hasta 200.000 civiles.

En un comunicado, la Misión de Naciones Unidas en Irak (UNAMI) confirmó que el EI y otros grupos insurgentes aliados han tomado el control de casi todos los barrios de Sinyar y la vecina localidad de Tal Afar, en la provincia de Nínive.

"Una tragedia humanitaria está produciéndose en Sinyar", afirmó el representante especial de la ONU en Irak, Nickolay Mladenov, que mostró su preocupación por las condiciones de los desplazados, particularmente de aquellos que han quedado atrapados en las montañas de Sinyar, rodeados por combatientes extremistas.

Allí se han trasladado unos 200.000 civiles, la mayoría de ellos de la comunidad yazidí, una minoría religiosa kurda, quienes -según la ONU- necesitan urgentemente productos básicos como alimentos, agua y medicinas. 

Un número indeterminado de personas también se han desplazado hacia el Kurdistán iraquí ante el avance de los insurgentes, que también han tomado los campos petrolíferos de Ain Zala y Batma, limítrofes con esa región autónoma.

Mladenov pidió a los Gobiernos de Bagdad y el Kurdistán que restablezcan cuanto antes la "cooperación" para hacer frente a esa crisis de seguridad.

"Llamo a todas las autoridades iraquíes, sociedad civil y actores internacionales para que trabajen con Naciones Unidas para garantizar la asistencia humanitaria", indicó el responsable, que hizo hincapié en la necesidad de que el Kurdistán facilite la entrada de los desplazados para que puedan recibir ayuda.

Junto a otros grupos insurgentes, el EI tomó el control el pasado 10 de junio de Mosul, la segunda ciudad del país y capital de Nínive, y desde ahí se ha extendido hacia otras partes de Irak combatiendo contra las fuerzas gubernamentales.