El Comité Científico de la ONU divulgó hoy un informe publicado en Viena, sobre los Efectos de la Radiación Atómica (Unscear) y detalló que en los últimos 60 años han muerto en accidentes nucleares 46 personas, un dato que excluye a las víctimas del desastre de Chernobyl (1986), donde se estima fallecieron otras 47 personas.

La ONU tiene registro de 32 accidentes mortales entre 1945 y 2007, sucesos en los que la contaminación radiactiva causó heridas a 623 personas.

Respecto a los años en que ocurrió lo de Chernobyl, la principal causa de accidentes fue por el uso de radiación en el diagnóstico médico. De hecho, el señalan que "es probable que no se haya informado sobre algunos muertos y muchos heridos en el uso médico de la radiación".

"Errores humanos, descuido, fallos en la aplicación de procedimientos y guías de seguridad, equipos o reparaciones defectuosas, formación inadecuada, pérdida de control y abandono de fuentes (radiactivas) han provocado accidentes en los últimos 60 años y, probablemente, los causarán en el futuro", dice la ONU.

Las 46 muertes mencionadas por este comité están relacionadas con sucesos en centrales nucleares, instalaciones con armas atómicas, uso de rayos X y pérdida o robo de materiales radiactivos.

"Las heridas graves condujeron frecuentemente a amputaciones. Algunos trabajadores heridos desarrollaron el síndrome de radiación aguda y fueron necesarias en varios casos amputaciones múltiples", apuntan. En total, cientos de personas necesitaron tratamiento médico debido a heridas e incluso problemas sicológicos causados por la radiactividad.

El número total de accidentes (con o sin víctimas) relacionados con el uso de la energía atómica se sitúa en 203, una media de tres por año en las seis últimas décadas.

En febrero, el Unscear presentó sus conclusiones actualizadas sobre Chernobyl, en un informe que asegura que no es posible todavía establecer los efectos reales en la salud humana por la radiactividad liberada en aquel desastre, dado el desconocimiento sobre el grado de peligrosidad de la radiación de baja intensidad.

Por eso, el informe no incluye en sus cálculos a la población sometida a esta tipo de radiación y se centra en las 600.000 personas que estuvieron sometidas a altos índices radiactivos, de las que se estima que 4.000 pueden morir de cáncer en los próximos años.

"No estamos diciendo que no haya efectos, sólo que actualmente, si hay un efecto, no podemos verlo aún, acorde con los hechos y estadísticas que tenemos", dijo al respecto Fred Mettler, experto en radiología y en medicina nuclear, durante la presentación de aquel reporte.