La Asamblea General de la ONU adoptó hoy sendas resoluciones de condena a las "graves y sistemáticas violaciones" de los derechos humanos cometidas por los regímenes de Corea del Norte y Birmania (Myanmar), dos de los países más aislados del planeta.
Las resoluciones impulsadas por la Unión Europea (UE) recibieron el respaldo del comité del organismo mundial encargado de los derechos humanos, aunque se registró un alto número de abstenciones.
El embajador de Reino Unido ante la Naciones Unidas, Mark Lyall Grant, dijo en un comunicado que la adopción de los dos textos constituye una "condena decisiva de la comunidad internacional a las violaciones de los derechos humanos en los dos países".
Recordó que "todavía hay 2.100 prisioneros de conciencia en Birmania", incluida la líder opositora y Premio Nobel de la Paz Aung Sang Suu Kyi, y lamentó el "espantoso sufrimiento" del pueblo norcoreano.
Los países que se abstuvieron expresaron también preocupación por las violaciones de los derechos humanos en esos dos regímenes, pero rechazaron que se "señale" en la Asamblea General la actuación de sólo algunos Gobiernos.
Además, resaltaron que esa responsabilidad recae en el Consejo de Derechos Humanos, con sede en Ginebra, que es el máximo órgano especializado de Naciones Unidas en esta materia.
Los partidarios de las resoluciones respondieron que los dos países condenados son dos casos "excepcionales" por las características de sus regímenes, que son considerados de los más cerrados del mundo.
Por su parte, los representantes de Birmania y Corea del Norte rechazaron las resoluciones como instrumentos de presión de los países occidentales para atacar sus sistemas políticos.
"Hasta un niño puede darse cuenta de que el objetivo es aislar y ahogar a Corea del Norte", afirmó en su intervención el representante de esta nación, Pak Tok Hun.
El diplomático cuestionó la autoridad moral de sus críticos para valorar la situación de los derechos humanos en otros países, y denunció la existencia de "xenofobia" en Europa, las guerras libradas por Estados Unidos y el pasado "criminal" de Japón.
La resolución sobre Corea del Norte expresa una profunda preocupación por "los persistentes informes de violaciones sistemáticas, generalizadas y graves de los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales" en el régimen comunista.
También reitera su inquietud por la "cuestión sin resolver" de los secuestros de ciudadanos extranjeros en los años setenta por parte de agentes de Pyongyang, de los que en la mayoría de los casos se desconoce la suerte.
El representante de Corea del Norte aseguró que ya dieron en el pasado explicaciones sobre "el asunto de los secuestros" de 13 ciudadanos japoneses, lamentaron lo ocurrido y castigaron a los responsables.