La BBC tuvo acceso a un documento de cientos de páginas, compilado por 20 investigadores, sobre lo que denominaron ataques sistemáticos del ejército de Ruanda y de rebeldes de la República del Congo, liderados por Laurent Kabila, padre del actual presidente del Congo, Joseph Kabila.
En 1994, unos 800 mil tutsis y hutus moderados fueron asesinados en Ruanda. Tras el genocidio, miles de hutus huyeron a la República Democrática de Congo, entonces llamada Zaire.
Segun el informe provisional de la ONU, decenas de miles de hutus fueron asesinados sistemáticamente, en el conflicto de Congo, que tuvo lugar entre 1993 y 2003, por el ejército ruandés y el movimiento rebelde congoleño AFDL.
El documento dice que el hecho de que se asesinara a hutus que no eran refugiados parece confirmar que todo hutu constituía un objetivo y que la matanza constante e irrestricta de ciudadanos de esta etnia indicaba una metodología precisa y premeditada.
Ruanda, a través de su ministro de Justicia, Tharcisse Karagurama, descalificó las acusaciones como "basura". Ruanda también niega que que las fuerzas militares tutsis hubieran cometido matanzas luego del genocidio de 1994.
El borrador también registra violaciones a los derechos humanos cometidas por las fuerzas de seguridad de todos los países involucrados en los que se ha dado en llamar "la guerra mundial de África".
La ONU ha declinado comentar sobre el informe, hasta que éste no se haga público de manera oficial en los próximos días.
ECLIPSADA
La noticia del informe eclipsó una sesión de emergencia de las Naciones Unidas convocada para investigar por qué fuerzas de paz de la ONU, en la República Democrática del Congo, no actuaron para evitar violaciones sexuales masivas en una zona ubicada a apenas 30 kilómetros de donde se encuentran los soldados.
El embajador ruso Vitalyn Tchourkine declaró que los perpetradores habrían sido miembros de las Fuerzas Democráticas para la LIberación de Ruanda y de milicianos maï maï.
Organizaciones de derechos humanos denunciaron que al menos 150 mujeres y varios niños fueron violados en un período de cuatro días, a inicios de este mes, durante el ataque rebelde a un distrito en el este del país.
El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, ya despachó a varios altos funcionarios del organismo para investigar el incidente.
Hay denuncias de que soldados de Naciones Unidas recibiron informaciones del ataque un día después de iniciado.