Los mercados petroleros están atentos esta semana a la reunión de los ministros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en Viena, para establecer su oferta conjunta de crudo durante el segundo semestre del año, cuando espera un considerable aumento de la demanda.
La conferencia ministerial de la OPEP número 163 está convocada para el próximo viernes, 31 de mayo, pero los delegados comenzarán a llegar en los días previos para efectuar sus habituales consultas oficiosas con el fin de buscar un consenso, según fuentes del secretariado del grupo.
"Los precios del petróleo responderán significativamente a las declaraciones de los ministros", así como al resultado de la reunión, asegura Jason Schenker, presidente de la asesora estadounidense Prestige Economics, LLC, en un análisis difundido hoy.
En su más reciente informe, la OPEP calcula que el consumo petrolero aumentará el próximo trimestre hasta una media de 90,14 millones de barriles diarios (mbd), y a 90,87 mbd en el último cuarto de 2013, desde los 88,66 mbd.
En abril, los doce países miembros del cartel bombearon 30,45 mbd, 177.000 barriles al día más que en marzo, lo que refleja una menor disciplina a la hora de mantener el límite vigente para producción total del grupo, de en 30 mbd.
La cuestión el viernes será si la OPEP modifica la cuota de producción de 30 mbd, o la mantiene sin cambios, como espera Caracas, según recientes declaraciones a la prensa del ministro venezolano de Petróleo, Rafael Ramírez, quien abogó además por un precio mínimo de 100 dólares para el barril del crudo referencial de la organización.
Un valor de entre 100 y 110 dólares es "un objetivo a corto plazo" que Arabia Saudí, el mayor exportador mundial de crudo, aspira a mantener", asegura por su parte la asesora JBC Energy, con sede en Viena.
El precio barril de la OPEP cayó en abril a menos de la barrera psicológica de los 100 dólares, para volver a superarla en mayo hasta que el pasado día 23, cayera una vez más por debajo de la misma, al cotizar a 99,03 dólares.
El abaratamiento del petróleo sería una razón para que los productores restringieran su bombeo con el fin de frenar una mayor caída del precio, pero, por otro lado, las previsiones de una mayor demanda a partir de julio darían pie a un aumento de los suministros.
Sin embargo, la OPEP, al igual que la Agencia Internacional de la Energía (AIE, con sede en París), ven crecer la producción petrolera de los países no miembros del grupo, y especialmente el petróleo de esquito en Estados Unidos, hasta el punto de que podrán satisfacer los cerca de 800.000 bd adicionales que esperan consumirá el planeta en todo 2013.
También cuenta el que las reservas almacenadas de petróleo en los países desarrollados serían suficientes para satisfacer sus necesidades energéticas por 59,1 días, un periodo mayor que la media de los cinco años anteriores, de acuerdo con las estimaciones de la OPEP.
Esos datos, unidos a los de una amplia capacidad excedentaria de producción del grupo (de 4,57 mbd, según la AIE), revelan que el mercado está bien abastecido.
Pero en estos momentos, según Schenker, las principales preocupaciones de la OPEP, "están relacionadas con las previsiones de crecimiento en la zona del euro y en China".
Angola, Arabia Saudí, Argelia, Ecuador, Emiratos Árabes Unidos, Irak, Kuwait, Nigeria, Catar, Irán, Libia y Venezuela son los países que integran esta organización que, fundada en 1960 en Bagdad, controla cerca del 40 % de la producción mundial de crudo.