Bélgica no es un país que se caracterice por el éxito en el fútbol. Sus participaciones en las Copa del Mundo han sido de relativo éxito y, salvo en México 1986, donde se quedó con el cuarto puesto, su ronda habitual de despedida suelen ser los octavos de final.
Pese a todo, su figuración toma relevancia en las individualidades. En el período de 1982 a 2002, denominado la "edad de oro del fútbol belga", los arqueros destacaron (junto a jugadores de campo como Enzo Scifo o Jan Ceulemans) en las seis clasificaciones consecutivas a la Copa del Mundo.
Tanto en México '86 como en Estados Unidos '94, el mejor portero del certamen fue el titular belga. Así, en el mundial "azteca", Jean-Marie Pfaff sorprendió al mundo con su actuación y fue, para muchos, el principal responsable del cuarto puesto de los europeos.
Ocho años después, otra vez en Norteamérica, sería el turno de Michel Preud'homme (considerado por la Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol el 22º mejor arquero del mundo durante el Siglo XX) quien acaparó las miradas gracias a su sobresaliente nivel.
En Brasil 2014, será el turno de Thibaut Courtois, el joven arquero de Atlético de Madrid quien, a juicio de Pfaff. "Se ha ganado de muy buena forma la camiseta número 1 de la selección de Bélgica. Es un tremendo profesional y, de seguro, superará todas las marcas con esta selección. Tiene todo para ser el mejor arquero del mundo".
El registro del portero de 22 años ya es sobresaliente. En 2011, debutó con 19 años y seis meses en el equipo adulto, superando al propio Preud'homme quien tenía, hasta ese momento, el récord como el guardameta más joven en disputar un partido con la selección absoluta belga.
Además, está invicto en 15 presentaciones, con nueve triunfos y seis empates.
"Sé que el Mundial será complicado. Hay muchas expectativas, pero me siento tranquilo, capacitado para asumir el desafío y estar a la altura de grandes porteros de la historia de mi país. Estoy en mi mejor momento de forma. Y siento que estoy entre los cinco mejores porteros del mundo", dijo el jugador, de 1,98 metros, al ser convocado para la Copa del Mundo. Sólo la competencia dirá si será o no capaz de enterrar el recuerdo de sus compatriotas.
"Convivir en el mismo equipo con Pter Cech no sería saludable", dijo el belga sobre la opción de volver a Chelsea, dueño de su pase. Pese a todo, su futuro, después de Brasil, estaría en Londres, ante la casi segura partida del meta checo al PSG francés.