La OTAN pidió a Rusia, en términos muy firmes, que cese sus "acciones militares ilegales" en Ucrania, pero el presidente ruso Vladimir Putin declaró por su lado que hay que "obligar" a Kiev a negociar con los separatistas prorrusos.

"Condenamos firmemente el permanente desprecio de Rusia a sus obligaciones internacionales. Instamos a Rusia a detener sus acciones militares ilegales, a  cesar su apoyo a los separatistas armados y tomar medidas inmediatas y verificables para una desescalada de esta crisis", declaró el secretario  general de la Alianza, Anders Fogh Rasmussen, tras una reunión urgente de los embajadores de los países miembros en Bruselas.

La Alianza Atlántico no cerrará sus puertas a Ucrania si este país desea sumarse a la OTAN, añadió Rasmussen. Kiev anunció este mismo viernes su  intención de reanudar su proceso de adhesión a la Alianza.

Rasmussen recordó "la decisión tomada en 2008 por la OTAN según la cual Ucrania sería miembro" de la organización. Cada país tiene "el derecho de  decidir por sí mismo, sin injerencia del exterior", añadió el secretario  general.

Ucrania había renunciado en 2010 a ese proyecto bajo el gobierno prorruso  de la época. Pero este viernes el primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk,  anunció que el gobierno someterá al parlamento un proyecto de ley que "anule el estatuto 'fuera del bloque" (atlántico) de Ucrania y retome la vía de la  adhesión a la OTAN".

Pero mientras la OTAN lanzaba advertencias contra Moscú, Vladimir Putin declaró que  hay que "obligar" a Kiev a negociar con los separatistas prorrusos que se  enfrentan a las fuerzas armadas ucranianas en el este del país.

"Hay que obligar a las autoridades ucranianas a entablar negociaciones  sustanciales. No sobre cuestiones técnicas (...) sino sobre el fondo (...): qué  derechos tendrá la población de Donbass, de Luhansk, del sudeste del país",  dijo Putin en un campamento de verano de movimientos juveniles pro Kremlin.

En un comunicado divulgado horas antes, Putin elogió "los considerables éxitos" de los insurgentes en el este de Ucrania, en momentos en que Occidente  amenaza con más sanciones a Moscú ante la "evidente" incursión de tropas rusas en Ucrania.

El presidente ruso incluso llegó a pedir que se abriera un "corredor humanitario" para las tropas ucranianas rodeadas por los insurgentes.

DEFENDER MARIUPOL

Tras denunciar una "invasión rusa", Kiev pidió a los occidentales "sanciones significativas" contra Rusia y una ayuda militar, dos asuntos que son tratados  este viernes en una reunión de urgencia de la OTAN en Bruselas, y en otra de los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea en Milán.

Como suele ocurrir cuando hay amenaza de sanciones, Moscú esgrimió este viernes el arma del gas.

El ministro ruso de Energía advirtió que hay "elevados riesgos" para la entrega de gas ruso a Europa este invierno, ya que puede ser "ilegalmente  captado por Ucrania (por donde transita, ndlr) para sus propias necesidades". 

En el terreno militar, Kiev admitió el jueves que "tropas rusas" tomaron el  control de la ciudad costera de Novoazovsk, situada cerca de la frontera rusa.

Esta ciudad está ubicada a 40 kms del estratégico puerto ucraniano de  Mariupul, en el mar de Azov y con 460.000 habitantes. El gobernador de la  región de Donetsk, Seguei Taruta, -favorable al gobierno de Kiev- llamó a los habitantes del puerto a crear un "batallón" para defenderse de los rusos. 

La ciudad está estratégicamente situada entre la frontera rusa y la  península de Crimea, anexionada por Moscú en marzo. Sus habitantes huían este  viernes ante el avance de los rebeldes prorrusos, constaron periodistas de la AFP.

Según un informe de la ONU publicado este viernes, 2.593 personas ya han muerto desde mediados de abril en este conflicto. 

En este contexto de tensión, el rublo cayó el viernes a su nivel histórico más bajo frente al dólar (37,02 rublos por dólar), debido a la preocupación de  los inversores sobre el posible refuerzo de las sanciones occidentales contra Moscú.