Con 20 años, Juan Eduardo Cerda es uno de los jugadores con más futuro de la nueva generación de golfistas nacionales. Este fin de semana demostró sus condiciones al finalizar en el sexto lugar y ser el mejor local en el Abierto de Chile.

"Quedé muy contento después de terminar el campeonato. Me di cuenta, eso sí, de que tengo que mejorar muchas cosas todavía", afirma el deportista.

Oriundo de la villa Sargento Menadier 3 de Puente Alto, "Juanito", como es conocido en el ambiente del golf, ha debido luchar contra la falta de recursos para competir, pues a diferencia de la gran mayoría de sus colegas, no cuenta con un respaldo económico familiar. "El que más tiene que poner el hombro es mi papá", explica.

Su padre, Ricardo, se desempeñó por muchos años como caddie, pelotero y luego como profesor del Club de Polo de Vitacura. En ese lugar, Juan aprendió los secretos de este deporte y demostró las condiciones que lo llevaron a ganar el prestigioso Orange Bowl, el mismo torneo juvenil que alguna vez consiguiera Tiger Woods. Pese a estos logros, los auspicios escasean. Sólo cuenta con el apoyo de VTR, que no es suficiente para financiar la temporada.

Su actuación el fin de semana pasado fue la mejor de la temporada y lo hizo trepar hasta el puesto 92 de la Orden de Mérito del PGA Latino. Sin embargo, aún está lejos de meterse entre los 60 mejores para renovar su boleto para la próxima temporada. Encima, no asistirá a los dos torneos restantes (el Personal Classic y el Abierto de la República, ambos en Argentina) por falta de recursos.

"Tomé la decisión de no jugar, porque a estas alturas de la temporada no hay mucho dinero para viajar, aunque estoy analizando si puedo ir al último torneo", señala.

De este modo, para volver a disputar el circuito, Cerda tendrá que jugar el clasificatorio de Lima. "Mi idea es tratar de jugar el PGA Latino el próximo año y estar dentro de los mejores rankeados. Ahora estoy jugando un buen golf y espero que se pueda dar", apunta.

El puentealtino también se pone en el peor de los escenarios. "Si no llego a conseguir ningún auspicio adicional, tendré que jugar los torneos nacionales para poder juntar dinero y poder viajar a los otros campeonatos. Igualmente, la persona que me maneja, Alejandro Peric, se está moviendo por todos lados para intentar que salga algo", confiesa.