Una "reportera" de sólo 11 años con una sigular pregunta marcó una nueva jornada del Congreso del Partido Comunista chino en curso en Beijing.

Suan Luyuan, miembro del diario estudiantil Chinese Teenager News, pidió la palabra ante los delegados y acaparó la atención de todos con una pregunta que hizo sonrojar a sus colegas.

Con desenfado y una personalidad desenvuelta, la niña hizo una introducción antes de lanzar su pregunta: "Me gustan mucho los bocadillos, pero ya no tengo el coraje de comprarlos, dado que está dando vueltas una gran cantidad de comida adulterada. Mi pregunta para todos los funcionarios de nivel ministerial es: cómo podemos nosotros, los niños, estar tranquilos sobre lo que comemos?".

Los funcionarios, tomados por sorpresa, se miraban entre sí. Hasta que tomó la palabra el ministro de Educación y miembro del comité central, Yuan Guiren, y le respondió que el gobierno "puso a punto una serie de controles para garantizar la seguridad de la comida en venta".

Suan, en forma educada, se declaró "satisfecha" por la respuesta y agregó que expondrá en su nota la respuesta del ministro, según escribió la prensa de Hong Kong.

Una serie de escándalos golpeó en los últimos años al sector alimentario chino. El más grave fue el la leche en polvo adulterada que era "rebajada" con melamina, una sustancia tóxica que hace aparecer falsamente alto el valor proteico de la leche.

También al margen del congreso, el ministro de Comercio, Chen Deming, aprovechó para lanzar críticas hacia Estados Unidos, al que responsabilizó de mostrar una "mentalidad de guerra fría" al acusar en octubre a dos empresas chinas de telecomunicaciones de representar un peligro para su seguridad a causa de sus lazos con el gobierno chino.

El mes pasado, una comisión del Congreso estadounidense denunció a las compañías Huawei y ZTE por sus vínculos con el Partido Comunista y el gobierno nacional chino, y sostuvo que esas firmas podrían ser "caballos de Troya" para la penetración de la inteligencia china en el corazón de las telecomunicaciones norteamericanas.

"Se imaginan si China comenzase a preguntar a todas las empresas estadounidenses sobre sus lazos con el Partido Demócrata o el Republicano? Sería un caos", afirmó Chen, por supuesto miembro del Partido Comunista.

En China, todas las empresas tienen una célula del Partido, cuyo secretario forma parte del grupo dirigente de la compañía. En la mayor parte de los casos, todos los altos directivos son miembros.