Por primera vez, en sus 38 años, el Parlamento Andino será presidido por un chileno, el diputado Fernando Meza (PR). La elección generó el rechazo de la delegación boliviana, que hizo esfuerzos por impedirlo.

El 16 de mayo, la presidenta pro tempore del Parlamento Andino, la boliviana Edith Mendoza, impugnó el acuerdo adoptado por los miembros para traspasar la testera del organismo a Chile. Mendoza, incluso, incumplió el reglamento, por lo que las delegaciones de Perú, Colombia y Ecuador la declararon en desacato. Y cuando se votaba por ratificar la presidencia de Chile, la delegación boliviana abandonó la sala.

El martes 18, los mismo delegados volvieron a retirarse de la sala, pero la maniobra no tuvo éxito, ya que los demás países integrantes respaldaron a Chile.

Molestos por este hecho, al día siguiente, cuando se inició la primera sesión de trabajo del Parlamento Andino, Bolivia optó una vez más por retirar a todos sus delegados.