¿De quién es Laguna Roja? Esa parece ser la pregunta de moda en las comunas de Camarones y Camiña, de las regiones Arica y Parinacota y Tarapacá, respectivamente, ya que el citado estanque natural ha tomado un relevante valor turístico para ambas localidades. "La Laguna Roja está en territorio de la comuna de Camarones. Lamentablemente, el único acceso de entrada es por Camiña, porque los otros (caminos) son de mucho peligro", dice tajante el alcalde de Camarones, Iván Romero. Casi molesto. Y el tema crece.
Se trata de un lugar ubicado en una zona de difícil acceso, 250 kilómetros al interior de Iquique -para poner una referencia concreta- y a 3.700 metros de altura. Tal como dice su nombre, se trata de una laguna cuyas aguas están teñidas de un intenso color rojo, "como si fuera sangre", dicen los lugareños. "Willacota", lo llaman, cuya leyenda ha comenzado a ser incorporada de forma creciente a los circuitos de los operadores turísticos de Iquique.
Tal como lo plantea el edil Romero, sin embargo, su problema radica en que no existe una ruta que permita el tránsito fluido entre las localidades de Esquiña, Mulluri, Caritaya y el sector de la Laguna Roja, lo que no sucede en la región vecina de Tarapacá.
Por ello, la autoridad comunal ve con cautela que Camiña aproveche los atractivos de la laguna y reconoce que le molesta la tardanza en realizar la conectividad: "En la medida en que se le dé valor tampoco es malo, pero hay que dejar en claro que es territorio de Camarones".
Teñido furioso
La Laguna Roja tiene dicho color debido a que presenta altas concentraciones de sales minerales disueltas, las que se ven reflejadas en importantes valores de conductividad eléctrica y contenidos de arsénico y boro. "En el caso de los elementos arsénico y boro, las aguas presentan niveles de 1.000 y 550 veces superiores a lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS)", indica un informe del equipo que lidera Lorena Cornejo, doctora en química, con el Laboratorio de Investigaciones Medioambientales de Zonas Aridas (Limza), de la Universidad de Tarapacá (UTA).
Actualmente, la Dirección de Vialidad del Ministerio de Obras Públicas está en proceso de consulta indígena para el diseño de una senda de penetración que conectaría las localidades. Además, se ha propuesto como solución a la falta de conectividad un camino básico, que permita el tránsito de vehículos livianos, mientras se espera para este mes el proyecto definitivo respecto de trazado y plazos.
Independiente de los problemas de infraestructura regional, la Cámara de Turismo de Arica reconoce el creciente valor de esta zona. "Como cámara creemos que es una lástima que Tarapacá haga uso del nombre y del atractivo más que nosotros, pero también entendemos que como no hay camino directo en nuestra región, pero sí a través de Iquique, se asume que es de allá", dice la presidenta, Daniela Beltrán.
En Camiña apuran
Aunque los habitantes de Camiña asumen que la laguna se encuentra geográficamente en Camarones, también defienden el hecho de que el legítimo "propietario" del terreno es el poblado de Nama. Y por eso, también la sienten como suya.
"El turismo es universal, más aún en localidades altiplánicas. Hay que pensar en conjunto el desarrollo turístico y debiéramos trabajar de la mano con Camarones para potenciar esa zona, que es cada vez más conocida, a la cual vienen turistas de distintas partes del mundo. En Camiña les ofrecemos a los visitantes servicios, hospedaje y alimentación, pues el camino hacia la laguna es extenso. Haciendo un trabajo mancomunado, podemos ganar todos", señaló Emiliano Choque, concejal.
Otro de los ediles, Manuel Linares, aseguró que los turistas siempre optarán por el camino más corto. "En Camiña tenemos claro que, territorialmente, la laguna se ubica en Camarones, pero su historia, belleza y la cantidad de visitantes supera esas fronteras. Y desde nuestra comuna hay un acceso más rápido y expedito, lo que representa una ventaja".