Empresas La Polar informó que decidió contratar a la firma de auditoría Deloitte para efectuar una revisión de la cartera de clientes de la compañía, la que demorará un período máximo de tres meses.
"Una vez terminada la revisión el directorio podrá concluir con respecto al valor de recuperación de la cartera, las provisiones requeridas y los eventuales períodos afectados", señaló el presidente de la firma Heriberto Urzúa en un hecho esencial enviado a la Superintendencia de Valores y Seguros.
Agregó que una vez terminado este proceso se informará inmediatamente al mercado y se definirá la manera en la que se contabilizarán dichos efectos.
"La revisión busca complementar y profundizar los estudios internos y externos ya solicitados para este efecto, que permitirán efectuar la estimación de las provisiones adicionales", agregó.
Asimismo La Polar anunció que contrató al abogado Davor Harasic para el ejercicio de las acciones civiles y penales en contra de todos quienes resulten responsables por la situación que afecta a la empresa.
El directorio también solicitó la renuncia de la gerenta corporativa de Administración, María Isabel Farah.
La firma aseguró que "se han adoptado todas las medidas necesarias para mantener funcionando con absoluta normalidad las tiendas tanto en Chile como en Colombia, asegurando el adecuado desarrollo de los negocios de la compañía".
Asimismo, el directorio decidió estructurar una oferta a los clientes a los cuales se les haya extendido los plazos de pago en sus estados de cuenta, la que será comunicada próximamente.
Las transacciones en La Polar, que ocupa el lugar 17 entre las empresas con mayor peso en el Ipsa, fueron suspendidas a las 10.54 horas por instrucción de la Superintendencia de Valores y Seguros a la espera de que la empresa entregara el detalle del impacto que tendrán en sus resultados las provisiones adicionales a su área de crédito. A esa hora los títulos cedían 10,38% a $1.430 por papel.
Las acciones se desplomaron más de 42% el jueves pasado, luego que La Polar anunciara una reestructuración en su negocio financiero tras detectar prácticas indebidas con los clientes de tarjetas de crédito, situación que, según estimó inicialmente, podría generar un impacto en el nivel de provisiones adicionales requeridas de entre $150 mil millones y $200 mil millones.
La propiedad de La Polar está diluida, con un 34% en manos de corredoras; 24% en Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), 19% en fondos extranjeros y un 14% en fondos de inversión, lo que ha abierto la expectativa que pueda tomar el control algún inversionista con suficiente respaldo financiero para sacar a la empresa de su actual situación.