La cantante y reconocida reina del pop, Madonna, sorprendió con sus crudas declaraciones en una entrevista exclusiva con la famosa revista Harper's Bazaar.

La artista decidió revelar los duros episodios que vivió al llegar a Nueva York en los años 70, cuando decidió mudarse para impulsar su carrera.

"Nueva York no era todo lo que pensé que sería. No me dio la bienvenida con los brazos abiertos", comenzó la confesión de la cantante. "Durante el primer año, me retuvieron a punta de pistola. Fui violada en la azotea de un edificio al que fui arrastrada con un cuchillo en la espalda. Robaron en mi apartamento tres veces destrozándolo todo. No sé por qué, nunca tuve nada de valor", contó la artista.

La intérprete de Express Yourself agregó que se consolaba admirando el bigote de Frida Kahlo en una imagen en la pared de su habitación. "No le importaba lo que la gente pensaba de ella. La admiraba. A pesar de que la gente la trató mal, ella se atrevió. Entonces pensé que yo también podría", explicó en la entrevista.

ADOLESCENCIA, BRUJERÍA Y ADOPCIÓN

La cantante habló además sobre su adolescencia y sus pensamientos previos a viajar desde su natal Michigan hasta Nueva York, donde iría a probar suerte. "Hice todo lo contrario de lo que estaban haciendo las otras chicas", señaló la cantante. No tenía amigos y menos le interesaban cosas como maquillarse y depilarse, confesó. "Pero todo salió bien al final, porque cuando no eres muy popular y no tienes una vida social, te da más tiempo para centrarse en tu futuro", agregó.

"A los 35 años, estaba divorciado y buscando el amor en todos los lugares equivocados. Decidí que tenía que ser algo más que una niña con dientes de oro y novios mafiosos", señaló y reveló la inquietud que finalmente, la llevó a buscar la espiritualidad. "Decidí que tenía que tener una vida espiritual. Fue entonces cuando descubrí la Cabalá", señaló, pero no tardó en recordar que posteriormente, "fui acusada de unirme a una secta".

Madonna además, habló sobre las duras críticas recibidas a la hora de adoptar hijos. "Decidí que tenía exceso de calidad y que había muchos niños en el mundo sin que los padres o las familias los amaran", señaló. Fue así como en 2006 adoptó a David y en 2009 a Mercy, en Malawi. Pero posteriormente, fue acusada de secuestro y tráfico de niños. "No pensé que seria castigada por salvar la vida de un niño", reconoció.